jueves, 22 de diciembre de 2011

La cinta Gonzalito!


El sábado por la noche me sentí por un instante en el estudio de Feliz Domingo para la Juventud, jugándome a todo o nada en el Repechaje. Imaginé que una amiga se convertía mágicamente en Silvio Soldán (cuando tenía pelo o todavía no sabíamos de su quincho) y mientras me sostenía los pesados auriculares para no poder escuchar las respuestas que soplaban de la tribuna, pensaba, me mordía el labio y cerraba los ojos con fuerza –como buscando la respuesta en mi interior- y no largaba la bandera del colegio ni el osito de peluche (perdón me cebé)… Mi amiga alias Silvio, arremetió: “Lo peor que perdés cuando sos mamá es… y como si nos ganáramos automáticamente el viaje a Bariloche con solo responder, con la celeridad que se da a otras respuestas, por otros premios en otras noches (de y por alcohol) empezamos a tirar contestaciones reales y lo más loco dis-tin-tas con las que todas nos sentíamos más o menos identificadas:

-       La cintura
-       Los brazos
-       Las ganas de arreglarte
-       La ropa impecable
-       El dormir 8 horas
-       La dignidad/ vergüenza por darle la teta en cualquier lugar…

Después de una mirada cómplice, ya lejos del programa y viendo cómo nuestros hijos compartían una noche inolvidable, maravillosamente nos dimos cuenta de que también perdemos el miedo de quedarnos solas.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Mamá, ¡Hacé topples!


Es increíble lo rápidos y avivados que vienen los pibes ahora. No  solo aprenden a caminar antes, disfrutan y piden más tecnología que uno a los 20 sino que además, son super Open Mind. Posta creeme. Aunque haga casi un año que ya no toman teta, se te cuelgan de las remeras, te meten mano en el corpiño, se agarran de las tiritas como si fuera el pasamanos del tobogán y se escalan a una como si fueras el Aconcagua, obligándote a hacer topples en cualquier parte. Les da lo mismo la entrega de diplomas del primo que el bondi a Constitución.

Yo pensé que era el Edipo de mi Joaco pero el otro día en un cumple, comprobé que no es una cuestión de género. Las bebas también lo hacen. Claro, para ellos tus bubis (diría Homero) están buenísimas, porque todavía no vieron a las chicas operadas de Tinelli, ni revistas o videos XXX, ni siquiera vieron a otras madres de sus compañeritos! No entienden que mamá da la vida por abirir el mail y encontrar un Groupon de cirugía de lolas con 70% de descuento.

Quién sabe. Tal vez en otra vida fueron empleados de Moria en Playa franca y se dedicaban a cortar corpiños. Sea como sea, lo único que se me ocurre es llevarlo a una playa nudista así una no queda tan mal y tal vez, al ver tanta gente en bolas, se le cuelga a otro.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Do you speak Spanish?


Según lo que dijo la seño de Quiqui en la reunión de padres de la guardería, Joaco se está largando a hablar. Y es muy loco. Por lo menos para mi que estudié y trabajo en relación a la comunicación. Es muy curioso ver cómo arranca todo. Como una persona "aprehende" a comunicarse. Cómo descubre el poder de la palabra y su incidencia en el comportamiento del los demás. Al ver cómo se desarrolla esta parte de su vida, no pude evitar recordar la teoría de la aguja hipodérmica, el funcionalismo de Jakobson o la espiral del silencio. Y concluí en que Quiqui evolucionó de receptor pasivo a homo comunicans (a que no te esperabas tanta cultura en un solo párrafo). 

Llevado a la práctica sería: si le preguntas cómo estás, responde un bien largo mientras sonríe. Si le decís nos vamos a bañar, pone todos sus chiches en la bañadera. Ahora, cada tanto, si le tirás vamos a jugar, arranca con una alocución en ruso-vasco-libanés del norte matizado por sirio-mandarín. O sea, imposible de escribir (juro que lo intenté).

Lo primero que pensé fue "Gordo, suspendele un par de días el video de Pocoyo del circo extraterrestre porque suenan a rusos". Lo segundo fue hacer memoria para creyendo que tal vez me lo habían cambiado -sin querer- en el Hospital Alemán y era esa la razón de que hablara tipo Sigfrid del Agente 86. Finalmente me resigné a tratar de entenderle respondiendo a su ¿¡Pregunta!? con un "Ahh! buenísimo" como el que le decía al extranjero que te hace señas con un plano en la mano, o tu abuela arterioesclerótica que te confundía con una tía lejana que jamás conociste.

La cosa es que el pibe es chico, no tonto. Entonces se da cuenta al toque de que lo estás sarasaseando. Por eso ahí pensáis "¿qué le digo para que no se crea que lo estoy boludeando y a la vez le ayude a comunicarse correctamente? (todavía pienso la respuesta) No sé. Así que me dediqué a investigar si la industria del juguete y/o materno infantil, ya había creado algún artículo tipo diccionario o traductor Joaco-castellano. Y acá estoy, tratando de entenderle algo para poder hacer unos mangos con el nuevo BabyOnWords que seguro vas a poder comprar en Sprayette!