viernes, 16 de diciembre de 2022

El despegue

Vuelvo a estas líneas 7 años despuésy parece un presagio, una señal... hijomayor pasa a séptimo y hace unos 15 minutos lo dejé en la puerta del cole porque se va con sus amigos a un cumple que arranca ahora a las 11 y termina mañana alrededor de las 16. Si, ese mismo que no me dejaba ni a sol ni a sombra, ahora se va un día y medio con apenas un adiós. Ni se te ocurra darle un beso adelante de los amigos porque te odia... y abrazarlo menos que menos. Son (o se creen graandees) y mostrar que se la re bancan. Que con 12 años "se las saben todas". Y aunque nos hagamos las fuertes y superadas... es verdad. Ya el año que viene tal vez algunos días vuelva solo del cole, tenga llave y se vaya varios findes un día y medio como hoy. Y es lo que debe ser, y es la vida y lo entendemos... pero también los empezamos a extrañar. Sí, porque somos así de jodidas. Si están te molestan, porque no tiran la cadena, porque no bajan la tabla, porque dejaron la ropa tirada y si se van, queremos que vuelvan. Siempre nos vamos a quejar. Porque sabemos la que se viene. Sabemos que su "Andá nomás, me quiero quedar con los chicos" arranca con los 12 y no hay vuelta atrás... Hoy es un día visagra. O al menos yo lo siento así. Me llevó 7 años volver a escribir el blog así, espontánea y entre lágrimas... mismos años que alentaron su despegue. En el medio hubo miles de días maravillosos, llantos de emoción y de los otros, charlas... muchas charlas... porque hijomayor tiene la capacidad hermosa de ser una radio... a veces con palabras que sanan, y otras que hieren, pero siempre sorprenden. Comienza una nueva etapa como madre. No se si estoy lista. Pero la vida jamás esperó a que lo estemos. Volvemos a tener que reajustar nuestra forma de estar con ellos, más al costado, acompañando, sugiriendo y haciendo todos los mindfullness del mundo para no mandarlos a la mierda... pero HAY que estar. Respirá hondo, llorá, puteá, escribí un blog (y pasamelo) o mandá un audio esterno a una amiga pero jamás jamás dejes de acompañarlos en su crecimiento... aún cuando ya tenga la misma altura que vos (o más). ¿Te pasa algo así?...Escribime!! Ahora vamos a tener más tiempo :-/!!

lunes, 20 de julio de 2015

¿Cuántos sanguchitos de miga vale tu libertad?

"El sábado paso pegada a mi familia, ¿podemos ir los 4?" preguntaba un mensaje de WhatsApp la noche anterior al 5to cumpleaños de hijomayor. Me indigné tanto que no sabía si responder "No. Mi nene quiere un cumple pegado a sus amigos del jardín, no a la mamá, papá y hermanos de cada compañerito."... O como decía mi mamá ¿Te creés que soy el Banco de la Nación Argentina?

Hace 3 años que en cada fiestita de cumple escucho a las mamás hablar sobre esta "tendencia" de los padres "modernos" que dejan a su hijo entre 4, 6 y hasta 8 horas en un maternal o jardín de lunes a viernes, pero no los dejan ni 2:30 hs en un cumpleaños porque... pobrecito, todavía es chiquito y no se anima. ¿Quién no se anima? ¿El padre/madre o el nene/a? Lo peor es que después el nen@ lo pasa fenómeno ni se entera si está o no su progenitor en la misma sala y el que hablaba de temores ataca a diestra y siniestra los sanguchitos, saladitos, torta, masas y hasta pide Coca Light (para cuidar figura vio?).

Ustedes vagos de su vida misma: ¿Alguna vez pensaron que un cumpleaños infantil es como 3 horas de niñera GRATIS? Bue, ponele que un regalito le vas a tener que llevar al pibe/a pero ¿qué te puede costar? ¿100... 150 pe con toda la furia? ¡Qué poca imaginación tenés si tu salida familiar se circunscribe a un cumple de 5 para una pareja que ronda los 40 y tenés uno de 8 y otro de 4! ¿No se te ocurrió nada mejor para un sábado de tarde, que ir a romperle el presupuesto y devorarle el aguinaldo a mi familia? Porque esos adultos posta que deben ser cruza con termitas. Suerte que las bandejas eran de acero inoxidable!

Este, para mi es otro de los retrocesos que sufre la generación de nuestros hijos. Porque cuando yo era chica lo más normal del mundo era ir a un cumple y quedarse sola jugando.. es más, odiaba que me vinieran a buscar porque amaba quería seguir jugando con mis amigas! ¡Era genial! Formaba parte de crecer y sentirse libre.

Hoy los criamos pollerudos y super dependientes. Hijomayor no se anima a quedarse solo en el palier de mi casa. ¡Algo serio está pasando! ¡Reaccionemos ya! Si nos seguimos quedando en los cumples, ellos van a creer que lo más normal del mundo es que las 26 familias del jardín van a cada cumple... y nunca van a cortar el lazo! Chicas, chicos al noveno mes cortamos el cordón umbilical! No lo generemos de nuevo! Pensalo así: si durante los 9 meses de clases tenés que ir a 26 cumpleaños, tenés algo así como 2/3 por mes! Así es imposible que tengas tiempo de boludear, caminar, hacerte las francesitas, ir al gym o tan solo regalarte un café y 3 o 4 páginas de un libro! Salvo que tu sueño sea convertirte en experta de animaciones, asesora de casitas de fiestas o sommelier de gaseosas y chocolatada...

Madres y padres, creo que es hora de ponernos los pantalones largos y así como decimos "hoy no hay McDonalds o no usás más la Tablet", digamos "hoy te quedás sol@ en el cumple". Si querés verlos libres e independientes es fundamental que se sientan seguros de sí mismos, compartiendo todo lo bueno y malo de ser chic@ con gente de la misma edad. No como extensiones de mamá y papá. ¿Vos qué pensás? ¿Te pasó?

martes, 12 de mayo de 2015

Una netbook arriba de un cajón de manzanas

Juan, 8 años, haciendo sus deberes desde su PC portátil en el trabajo de mamá: la verdulería. Noto como cada client@ que entra lo mira y le da ánimos para que siga estudiando y su madre sonríe mientras no deja de atender muy amablemente. En sus ojos puedo reconocer el cansancio de las largas horas que implica el negocio, levantarse muy temprano, ir a buscar mercadería, ponerla en condiciones para venta y entre todo eso, además preparar a Juan para ir al cole, llevarlo, traerlo, ayudarlo con la tarea y entretenerlo para que no se aburra hasta las 21:00 que cierra.

Algo parecido hace Ramona, de nacionalidad boliviana quien recorre barrios enteros ofreciendo sus plantines en un carrito similar al de los cartoneros, con sus guaguas encima. Una dentro del carrito va "cuidando" las plantas. La menor, colgada de su espalda con esos portabebés conocidos como Wawitas o Maminias, de colores vivos, muy de su patria. La tirantez de la Wawita y el esfuerzo para empujar el carro me dicen que Ramona hace un esfuerzo enorme para vender y compartir el día junto a sus hijas. Pero rara vez la vi enojada con ellas.

Similares ojeras puedo imaginarle a Emi o Gaby, dos madres que eligieron trabajar desde sus casas (muchas veces de noche) para cuidar a los chicos. "Cuando era más chico y dormía siestas largas era más fácil". Ahora apenas pueden trabajar cuando juega tranquilo, o recién cuando se duerme, desde las 22:00 en adelante. Vienen a mi mente miles de imágenes repetidas en las casas de venta de comida al peso, o los supermercados chinos, donde siempre hay uno o más bebés en carritos, andadores o en brazos de sus madres, que a la par cobran, pesan y envuelven comida, y todo sin perder de vista a sus niños.

Definitivamente todas algún día después de maravillarnos con el milagro de la vida, tuvimos que sopesar trabajo y familia. Queriendo seguir siendo nosotras pero sin querer perdernos nada de ellos. Muchas reprogramando sus empleos para compartir más horas, otras pidiendo auxilio externo para pasar menos horas, pero dedicarse al 100% en las pocas que pasan con ellos. Algunas pudiendo elegir entre guardería, jardín, niñera, abuela... otras afrontando la que les tocó vivir.

Sea como sea, este dilema no distingue clases sociales. De alguna forma nos iguala y nos hace reflexionar en un mismo sentido: ¿Cómo ser mamá (sin definirnos como buenas o malas, simplemente tratando de ser la mejor que nos salga) y realizarnos más o menos profesionalmente? ¿Cómo estar cuando aprende a caminar, sin perderte un ascenso por quedarte a mejorar un proyecto hasta las 11 pm?

Esto me lleva a mi más tierna infancia cuando mi papá o mamá me llevaban a su trabajo "algún día" porque mi abuela no nos podía cuidar, o porque en el cole no había clases. Yo recorría esos eternos pasillos saludando a miles de amigos de mis papás que me decían que era "igualita a", se reían y pellizcaban las mejillas, o me ponían super incómoda con la famosa pregunta "¿A quién querés más a papá o a mamá?". Después de estas experiencias interminablemente aburridas y olvidables me prometí no llevar jamás a mis nenes al trabajo. Pero ya incumplí. "Ir al trabajo de mamá" visto desde los zapatos de mamá es casi tan feo como cuando lo veía de niña. Una siente que se aburren, incomodan al resto y al final nadie trabaja como siempre. Eso, me llevó a pensar en la mamá de Juan, en Ramona, en Emi y Gaby y solo puedo dedicarles en este post toda mi admiración. Ánimo! Seguro están criando a grandes hombres y mujeres.

lunes, 9 de marzo de 2015

Conciencia externa

La conciencia es definida por la RAE como el "Acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo" y aclara que a ella "solo puede tener acceso el propio sujeto". Mbue, pero la Externa viene  ofrecerte un plus. Sin que lo pidas. Así de onda, porque sos vos y me caés bien. Viene a ser algo así como un disco rígido que le ponés a una compu para que tenga más memoria, funcione más rápido y/o ande mejor. Eso, exactamente eso, es lo que a veces siento que desea ser mi mamá conmigo (y sus nietos por propiedad transitiva). Una especie de biblioteca de experiencias e ideas móvil, que se conecta de mil millones de maneras para recordarte todo lo imperfecta que sos, lo que te falta hacer, en lo que fallaste (no importa si hace 2 minutos o 30 años) y porque no, en lo que te vas a convertir si no hacés tal cosa.

Este disco se parece a esas cajitas pastillero, que tienen muchas divisiones y cada cuadradito viene a ser un interés particular de (en mi metáfora) mi madre. El primero (obvio) los nietos. Allí guarda frases como: "¿Vos lo ves desde ahí?", "¿Subió la escalera?" , "¿No está muy abrigado?", "¿Comió bien?", "Yo lo veo muy flaco". "Comprale otro uniforme ese está percudido", ¿Le sacaste turno con el médico? o incluso muchas más contradictorias como: "Dejalo que no coma, total a la tarde comió galletitas." , o con la ropa "Ponele cualquier cosa para que esté cómodo". Al costadito de este hueco, hay otro que viene a funcionar como un Google Calendar viviente que se ocupa de recordarte desde cumpleaños de la familia original, tíos, suegros, cuñados, amigos, vecinos y varios etcéteras, hasta que no faltes a la kermese de tu sobrino que organizó el jardincito. Incluyendo búsqueda de salón para el cumple de tu hijo (sin solicitarlo), recordatorios de hacer reclamo a la modista por el disfraz del 25 de mayo, que no te olvides de la nueva vacuna, pero que no se la des en cualquier parte, porque hay mucho bicho raro nuevo, viste? . En este apartado además de todas las fechas podés encontrar frases como: ¿Todavía no los llevaste a ver tal peli?, Esos nenes necesitan salir, ¿Les lees cuentos a la noche? etc, etc, etc.

En otro cubículo un poquito más alejado de estos, residen los mensajes que se suman a los quehaceres de los chicos con frases dirigidas a quien escribe diciendo más o menos esto: "No llegues tarde a la oficina, y vestite bien que a los hippies no les dan asensos.", "¿Cómo que no te entra ese trajecito divino que te regalé? Mbue, volvé a hacer dieta, para que te entre la ropa y te sientas mejor. Porque como dice la Chiqui « Si te ven mejor, te tratan mejor», "Ah, y si no llegás con todo, pedile ayuda a tu marido que está todo el día en la casa." - con tono a "que no hace nada", cuando en realidad trata de trabajar desde casa (que es muy distinto). "Todo bien con ese videíto que te hizo tu marido por el aniversario, pero que te cuide, porque vos sos una joyita.", Y no dejes que tu hijo te conteste así" en contraposición con: "No le grites tanto al nene, que si le hablás te entiende".

Otro cajoncito entre el de Eventos y el Mío (porque como toda mujer multitasking va y viene unos a otros, muchos los deja abiertos y vuelve sin avisar, otros los cierra... ella se entiende.. uno generalmente, no! maravilloso!) es como el sensible, aquí guarda un montonazo de frases que arrancan con: "Y cuando te quede un ratito libre, llamá a tus hermanos, tus tíos y sobrinos. (y agrega) Sabías que (y arranca el divague) al mayor le dieron cinturón blanco en Tae Won Do... Y no saben nada de vos... O mejor vení, y los visitás. No te conté la última de fulanito...

No mucho -por suerte-, pero cada tanto abre el compartimiento del TomáTeLoDije. Una catarata de catarsis, donde hace gala de no tener ningún tipo de filtro con nada ni nadie. Aquí encontraremos gran cantidad de material ácido-frontal con frases de tipo "Seguís con estrías? Si no te ponés malla enteriza no salgo con vos" ,  "Yo pagué las vacaciones", "Si engordás me voy a sentir estafada",

Offffffffffffffff. Definitivamente yo ando con ganas de se corte la luz o se extravíe el pendrive, que se llene de virus ese disco y haya que formatearlo... No. Mejor. Quiero volver a la Olivetti, reescribir cosas con biromes, o tallarlas en piedra... Crtl + Alt + Supr

sábado, 15 de noviembre de 2014

La dama de hierro de la siesta

Hace tres décadas, yo era quien peleaba a mi abuela para no dormir la siesta. Hicimos miles de pactos inexistentes y en todos terminó ganando ella. Claro, mujer oriunda de la Argentina profunda, pero bien profunda. Más precisamente de un pueblito llamado Estación Herrera, donde la siesta era sagrada. No volaba una mosca, ni las chicharras se animaban a romper el silencio que se daba religiosamente entre las 13 y las 15 hs.Y a pesar de que modificó muchas de sus costumbres entre el campo y la ciudad, la siesta era como su bastión infranqueable. Tal vez un recuerdo que la acercaba a esa añoranza.

Hoy, del otro lado del mostrador, soy yo la que persigue a Joaco cada fin de semana para que duerma un poquito. Y la entiendo más que nunca. Le pedís, le implorás, le suplicás y (si insiste) le obligás a dormir. No sólo porque después se pone insoportable, sino porque una necesita una horita de paz. Sin llantos, sin peleas por juguetes o dibujitos, sin "Maaas" que te corten toda charla insipiente...

Pero claro, como  lo que se hereda no se roba... Joaco insiste en no dormir y yo como mi abuela - pero con bastante menos paciencia lucho por lo contrario. Recuerdo cómo ella cada mediodía juntaba la mesa, lavaba los platos y ni hacía falta que lo diga "todos a dormir la siesta". Sea la hora que sea hasta las 15 la casa era una tumba. Y guay del que intentase levantarse antes. Aquella mujer dulce, buenaza entrañable, a la 1 de la tarde (como la cenicienta pero alrevés)  se convertía en la Margaret Tacher de la siesta, y no había cristo que no durmiera. Por supuesto que cada tarde en silencio ideábamos planes con mis hermanos para escapar de aquel tedio somnoliento. Pero todo fue sin suerte. La siesta no se negociaba. Inventamos tener hambre, sed, ir al baño, leer cuentos, tener que hacer tarea, y nada. 

Creo que recién en el secundario, cando ella ya se quedó sin fuerzas o nosotros realmente teníamos muchas tareas, dejamos aquel hábito maravilloso que hoy extraño. Un poco menos que a mi abuela. Es curioso ver y sentir, como esta revisión de vida que significa ser madre nos lleva y trae constantemente del presente al pasado y viceversa. Añorando personas, descansos, momentos. M..(ZZzz)


lunes, 8 de septiembre de 2014

Crónica de un sueño anunciado

23:45 me voy a dormir fusilada después de disfrutar de un domingo interminable 100% junto a los niños. 2:00 am Tose y mañerea repetidas veces el bebé. Le pongo el chupete y vuelvo a dormir. 4:00 am: me despierta Hijo de 4 al pegarse a mi lado de la cama pidiéndome que lo deje dormir ahí. Lo dejo porque desfallezco de sueño. Me estruja contra su padre, Reflexiono (es el 3er día consecutivo) Me enojo, lo levanto y mientras discutimos lo llevo hasta su cama. Se acuesta. Me quedo tirada en el fiaca con la vana ilusión de que se duerma rápido. Ojos de 2 de oro. Le tiene miedo al ruido de los aviones (cree que son truenos). Pienso (se muere si vive cerca de una vía de tren). 5:30 Tose y medio llora el bebe. Creyendo que el grande está dormido me levanto. Hijo de 4 se despierta y me mira con cara de ¿A dónde vas? Le digo: "voy a ver a tu hermano y vuelvo". Miento. Le pongo el chupete y regreso a mi tan ansiada cama. No bien cierro los ojos arranca sonata en do menor de los ronquidos estruendosos de marido. (no te puedo creeeeer grito mentalmente). Paren el mundo que me quiero bajar...No se cómo concilio el sueño. 6:15 Llora el bebe porque quiere la leche. Mi yo zombie la prepara y se la da en mi cama con la peregrina idea de que al terminar de tomar se duerma y yo pueda hacer lo mismo los pocos minutos que me restan. 6:45 Lo obvio, recién termina de tomar el bebé y suela el despertador. Me baño de memoria, en automático, y al llegar a la cocina descubro que no hay café.

sábado, 24 de mayo de 2014

Bellas

Después de tres meses de dieta estricta, y casi 10 kilos menos, encontrarse con un video como el que traigo es sumamente alentador. Ver una idea maravillosa de un sinfín de madres únicas que se animan a salir semidesnudas (tipo Playboy con onda Ser Padres hoy) para mostrar sus cuerpos reales después de tener hijos es genial. Una idea de la fotógrafa Jade Beall, que nació como un manifiesto en su web y terminó siendo un libro de muchas mujeres más que como ella, querían mostrarle al mundo sus cuerpos "maternizados". Una madres que conjugó su profesión con la maternidad para que veamos algo que jamás veremos en las revistas de Futura Mamá. Un pasito indispensable para amigarnos con nuestro cuerpo, para volver a sentirnos bellas, más allá de la panza, las estrías, las ojeras y las "intervenciones" de los hijos en nuestras vidas.

Una Fotografía Encendió La Chispa Para Que Muchas Madres Nos Muestren Como Se Ve Su Cuerpo Después De Tener Hijos

Enjoy!
https://www.youtube.com/watch?v=g-PUG8nJZPA