A la hora
de dejar a nuestro hijo, las madres somos capaces de hacer cual-quier-cosa.
Googleamos jardines maternales cerca de casa o el trabajo. Preguntamos a amigos
y compañeros. Leemos foros de madres para ver si lo que dice la web del jardín
es verdad. Desconfiamos. Consultamos al pediatra. Llamamos a mamá (y porqué no
a tu suegra) para contarle y ver qué opinan. En una de esas les da lástima y te
ofrece cuidarlo ella. Recordás un par de desaciertos (como limpiarle la boca
con el trapo de la cocina u… ). Pensás que está grande y merece disfrutar su
tiempo como se le antoje. Además seguro le pone tele todo el día y al chico le
van a quedar los ojos cuadraditos.
Entonces evaluás la posibilidad de una
niñera, queriendo creer ilusamente que ella sí le va a hacer estimulación
temprana, en tu casa, calentito, sin tener que salir a la calle que un freezer
ni pescarse las mil y una pestes de los jardines. Pedís referencias.
Bah, antes que nada evaluás costos. ¿La dejarías sola con los chicos? Ahí te
agarró el miedito. Recordás historias truculentas de pelis, noticias varias y
malas experiencias ajenas y como cuando perdés en un juego, volvés al
principio.
Te decidís a hacer una investigación super exhaustiva, a lo Agatha Christie,
de los jardines maternales, pensando que lo mejor es que interactúe con otros
chicos. Navegando, preguntando o simplemente caminando por el barrio, te hacés
de 3 o 4 lugares para visitar. Coordinás con las directoras y vas. El primero
pinta bien. Pero cuando te muestran la sala donde va a estar parece más chica
que tu baño. Encima la directora te aclara que “para no molestar a los chicos”
el horario obligatorio es de 8 hs (sin excepción). Lo que significa que nunca
podés ir a sacarlo antes, ni darle de comer si estás cerca y podés salir a mediodía.
Sí, o sea no te dejan ver a Tu Hijo. Eso es comodidad para las maestras! No me
jodan Hijas de Hitler! Segundo jardín: la sala es grande, el horario es
flexible pero la seguridad menos 10! Un bebé no salió a la calle porque vos
(absoluta desconocida de la casa) le cerraste la puerta. Descartado. 3er jardín
(apuuren que se me acaba la lincenciaa!) todo mooy lindo, salvo que la luz les
llega por carta. Si lo dejo ahí se me deprime.
Después de encontrar la sala
perfecta, con el horario libre, maestras divinas y niños felices… Un día tenés
médico y lo terminás dejando una horita solo con la señora recepcionista (que
por la edad, podría ser tu madre), de la cual la única referencia que tenés,
son los 5 pisos por ascensor que compartieron, donde ni siquiera te habló del
tiempo. ¿Seguridad de que salga corriendo con el carrito? Ninguna. Ok, me cuida
gratis, pensás. Y no le pone tele porque no tiene. Lo más curioso es que se lo
dejás relajadísima. Te hacés el estudio y antes de irte (comprobando que el
bebe está enterito y sin un rasguño) se lo super agradecés. Entonces… ¿En cuál
situación nos equivocamos?
2 comentarios:
¿Vos estás insinuando que las madres somos un tanto contradictorias?
Nooooooooooo! Ni se te ocurra pensarlo!
Sólo un poquito contradictorias! ajajaja
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