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jueves, 25 de julio de 2013

Los Hermanos Macana

Por fin puedo tratar de ponerme al día con mis amigas bloggeras que me reclaman por acá. La verdad es que fue toda una felicidad ver sus comments pidiendo post! Gracias! ¿Cómo va la vida de mamá stereo se preguntarán? Trataré de contar. La verdad es que me doy cuenta que necesito este espacio, esta hoja en blanco, estas palabras que suenan al son de las palabras que dicta lo que queda de mi conciencia después una seguidilla de días interminables entre llantos, mamaderas, pañales, celos, ropa sucia, tirones de pelo, mal sueño, “Maamaaa” y más ropa sucia.

Antes que nada quiero matar virtualmente a la hdp que alguna vez me dijo “No hay casi diferencia entre tener uno que tener dos”. A vos turrita, date una vuelta por casa si te animás. Que tengo un pibito que podés sacar a pasear. Segundo quiero reiterar el consejo “No tengas al hermanito a los dos años del mayor”. Antes de parir te di algunos porqués. Después de tenerlo se multiplican las razones: 
1. Tener dos hijos con pañales es antieconómico.
2. Hijomayor es grande y tiene que entrar al jardín el año que viene sin pañales. Excelente razón para sacarselos. Pero hacerlo en este momento es doble esfuerzo. Algo así como imaginar que el Atlántico se vuelve dulce de leche y una se quiere ir a España a nado. Traanqui.
3. ¿Cuál hijo privilegiar? El grande porque está angustiado? El chico porque es super vulnerable? ¿Qué hacés si tenés que elegir entre cambiar a bebé cagado y niño que se baja los pantalones en su cuarto para hacer lo segundo?
4. ¿Sigo? Naaa. Después me dicen que no quieren tener hijos por mis posts.

La cosa es que el tema escatologico marcó un momento en casa. Una de las tardes que compartía con F (padre el primer mes y medio cambió pocos pañales), mi mente me tiró un concepto maravilloso. Para mi que este pibe (el de treinta y muchos, padre) se cree que segundohijo vino con autolimpiante. Porque se recalentaba con el bebe cuando lloraba sin parar y repetía “Comió hace repoco, está abrigado, hizo provecho... qué le pasa a este pibe??? Respuesta irónica: ¿Tendrá caca? Respuesta de marido: mirada lanza cuchillitos.

Otros muchos días con hermanomayor pasaron cosas similares. El tipo desde el día 1 que lo charlamos y dijimos chau pañales de día. Tenés que avisar. Jamás se ensució en la guardería o el jardín. Parece que manjea el temita del pudor. O le importa mucho el quédirán. Ahora se nota que en casa se siente taaan a gusto y cómodo que el último finde largo mi casa fue literalmente un pañal. Absorvés olores nauseabundos por más de 12 horas y tu hijo es todas las barreras anti derrames dentro el inodoro, solo por molestar. Eso es lo que envenena. El tipo se da cuenta cuando va a hacer pis o caca, se baja los pantalones en cualquier parte de la casa y hace. Total después mamá que está relajadísima con el segundohijo limpia.

Lo bueno es que en esta padre se repuso las pilas y lo lleva y/o acompaña cada vez que puede. Es más hasta inventó “chocolate de premio” si el pequeño hace lo que debe donde debe.

¿Y a qué viene lo de los hermanos Macana te preguntás? Es porque si bien todavía no andan a los golpes literalmente. Sí chocan al pedir atención en los momentos más inoportunos. Pareciera que los dos supieran que una o uno se queda solo y se complotan para llorar si uno juega con hijomayor. Hacer pis o caca en su pieza cuando un@ está dandole la teta o la mamadera al bebe. Colgarse de tu cuello hasta no dejarte respirar mientras tratás de dormir al bebe. O vomitarte todo cuando estás llevando al baño al de 3 años. ¿Celos? Sí, del grande me la creo. Pero si el bebe me domina así con 2 meses, a los 10 años me manda a un geriátrico!!!

La verdad es que estos casi primeros 3 meses de la vida de F fueron moooy intensos. Aprendía a hacer todo de nuevo con una mano o menos: comer yo, dar una mamadera y pincharle con el tenedor algo a hijomayor que anda demasiado exquisito con la comida. O contarle un cuento a J con F en brazos porque en el moisés llora. Hasta he tenido que dormir con ambas bestias (una de cada lado) y padre exiliado en el sofá del living.


Mi humilde conclusión luego de una exhaustiva investigación de mi propia experiencia es que dos pibes te revolucionan la vida. Si queda alguna viva del otro lado y quiere aportar ánimo, anécdotas o un simple “ya va a pasar” las espero.

viernes, 24 de mayo de 2013

#CosasQueDuelenMásQueElParto

Una noche de contracciones, 5 de dilatación y tres pujos después bastaron para conocer a Fran. Se ve que ni él quiso laburar un 1 de mayo. A la media hora de recibir apenas un punto por un mínimo desgarro, estaba   feliz como perro con dos colas desayunando en mi habitación. Es más, antes de almorzar me levante y fui solita al baño. Un lujo, no?

Días después, con esa euforia casi olvidada y muchas horas adaptación a la nueva vida de 4 en casa, me surgió esta pequeña ListaHashtag de cosas que realmente duelen. Si después o mientras la lees se te ocurren más, te espero en los comentarios! 


> Duele dar la teta cada una hora y media con los pezones sangrantes y agrietados.

> Duelen la espalda y la cintura después de dormir salteado durante 20 días.

> Duele pasar dos días internada con tu bebe de 4 días por la bilirrubina. 48 hs bajo la lámpara y unas 47 y media de llanto.

> Duele tener que ver cómo le pinchan las manos y los pies y lo "judean" para sacarle sangre 6 veces en dos días.

> Duele que todavía haya gente que piense que los tres meses de licencia son vacaciones, cuando vos solo vivís limpiando caca, lavando ropita, durmiendo salteado y respondiendo boludeses a los opinólogos de turno.

Eso sí, todo el dolor se esfuma cuando su hermanito mayor se acerca con un muñequito en sus manos y le dice que se lo presta para que no llore.

sábado, 6 de abril de 2013

Dando lástima



Hace más o menos una semana que mientras camino siento que la gente mira mi situación más que embarazosa (35 semanas, 8 meses para los que no les gusta sacar cuentas) y me arrojan metafóricas monedas de lástima a través de sus ojos y/o comentarios.

Una de las más terribles fue a la salida del jardín de Joaco. Para los que no saben les cuento que nosotros este año además de tener un 2do hijo en breve nos seguimos complicando la vida mandando al retoño de 2 añitos por la mañana al maternal y por la tarde al jardín donde esperamos haga primaria y secundaria. Suena a que super planificamos su vida. Pero la verdad es que es un chino por donde lo mires. Estamos los 3 extenuados. Y recién es ABRIL!! En fin, la cuestión es que desde que tengo panza Joaco no quiere caminar. Quiere siempre UPA. No pronunciaba esa palabra hasta mi embarazo. Y ahora no hay manera de que se mueva por sus propios medios. Entonces, mamá, que ya lleva entre 10 y 12 kilitos del hermanito en la panza, debe alzar otros 15. Aguantás una cuadra y le exigis/suplicás que camine aunque sea media cuadrita hasta la estación de subte, Se niega rotundamente tirándose al piso y revolcándose de un lado al otro. Una, con el exagerado embarazo que ya se molestan entre panza y piernas, le tira de la mano para que se levante, obviamente sin respuesta. Ahí pasa la primera señora diciendo “Que lindo nene” (A lo que respondo para dejarlo en casa o sacarlo en carrito porque no camina). La señora me mira con desdén y se va. A los 20 metros aparece otra que lo increpa directo “Ayudala a la mamá. No ves que tiene a tu hermanito” Y me dice, con esa mirada de “Acá te tiro la posta”: “Esos son celos” Yo me río por no llorar mientras pienso “Descubrió la pólvora” y sigo caminando convencida que después de esa frase la señora no me va a ayudar de ninguna manera. Pero esta no es tan rápida como la primera y sigue tirando frases innovadoras cuando al pasar otro viejo le dice en tono de broma al nene “¿Y si la cargás vos a mamá? Sí, igual de idiota que el resto, pero más simpático. Síntesis que no se cómo llegamos a la esquina de casa. Previo paso por el subte donde una panza que despierta el interés del 80% de la población que me cruzo a diario más un nene de casi 1 metro vestido de pintor no logran “pedir” el asiento por la sola y amplia presencia. Caminado los últimos 80 metros (parecen las carreras de Palermo “Y cruzaron el disco”) me detiene la vendedora de una boutique a la voz de: “Disculpame. Pero no podés seguir así. Ese nene está grande tiene que caminar porque vos vas a parir acá. Esperá que le traigo caramelos.” Ja! Con el “premio” en mano mi hijo se bajó a negociar. La piba super piola le dice: Si te doy caramelos caminás? Y el muy lerdo le arremetió los caramelos, me dio uno para que le abra y se fue caminando hasta casa.

Ahora el broche de oro en decadencia fue el viernes cuando un amable señor de seguridad me ofrece pasar por la puerta en vez de los molinetes del edificio. Y una vez dentro otro policía ya me ofrece salir por el patio (portón doble hoja tipo estacionamiento) para que no de toda la vuelta hasta los molinetes. A esa altura ya sin mochilas ni hijo de 3 años encima una se siente una verdadera carpa de circo.

jueves, 21 de marzo de 2013

Seguridad a la pista

33. Número mítico si los hay. Los 33 orientales que lucharon por la independencia de lo que hoy es Uruguay. Los 33 años que tenía Jesucristo al morir y ese número que nos hace decir el médico vaya una a saber porqué. La cuestión es que hoy cumplo 33 semanas de mi segundo embarazo y NO DOY MÁS. Sí ya se que para que nazca a término debo esperar aunque sea 4 o 5 semanas más. Pero me tienen repodrida todas las cajeras de supers, chusmas de subte e ignotos curiosos repitiéndome “¿Es uno solo?, ¿Cuánto te falta?, Ya estamos, no?” Y después la de siempre ¿Nena o varón? Salvo las viejas que esas la tienen re-clara y ya te preguntan de toque ¿Para cuándo es ese varón? Al principio les sonreís y después les decís no doy más cortame la charla que me quiero ir a tirar a mi casa, subir las patas y rogar que mi otro hijo me de 5 minutos de paz.

Y a eso iba. ¡Cuán diferente es este embarazo del primero! Por dió! Mi primer hijo me pintó al óleo literalmente. Solo juega conmigo si no está el papa. O me busca para que le de comida, le compre cosas o lo lleve a lo de Abu. Léase soy un medio para llegar a un fin. Para completarla, cada vez que lo voy a buscar al jardín, para lo cual una trastoca todos sus horarios, el muy turrito corre a abrazarme, sonríe, me da su mochilita, pide upa y una vez arriba, mientras soporto 15 kilos y los 10 del embarazo me dice “Quiero papá” ¿Un capo, no? Una respira hondo, piensa en las recomendaciones del pediatra que el chico está estresado, que este año sufrió y está sufriendo muchos cambios, que hay que tenerle paciencia, que hay que contenerlo… Bla, bla, bla (sí, ese mismo que se hacía el duro y te decía que él se adapte porque es el nuevo hoy, patea para el otro lado. Traidor!!!) En fin, cuestión que con una sonrisa falsa en la boca le dice que ya vamos a casa con papá. Le suplicás que camine al menos hasta la calle para tomar un taxi, pero contesta con un rotundo NO imposible de negociar. Pero la tragedia no termina acá. Este pequeño gorrión de mamut cruza de Lucifer con Jaimito, ha reducido su vocabulario a dos o tres palabras que alterna para taladrar a Dios y María Santísima desde que llega a casa tipo 17 hs hasta que se duerme (22h) PAPI, PAPI, PAPI, PAPI, PAPI, PAPI, JUGAR, JUGAR, JUGAR, JUGAR, JUGAR, COMER, PAPI, PAPI, PAPI, JUGAR, JUGAR, JUGAR, JUGAR, y así. Entre un juego y otro, cada vez que tiene oportunidad le pega a la panza haciéndose el gracioso -“sin querer” por supuesto- pero con malicia, y ni se te ocurra decirle arriba mío no, porque se te instala estirándose para atrás solo para aplastar la panza y “decirle” al de adentro “¿seguro que querés salir de ahí?

Ahorta, lo mejor es el ánimo que te da la gente cuando una comenta estos celos enfermizos de mi retoño. El otro día mientras respondía las preguntas que comento más arriba, dando por sentado que razón era que nosotros le habíamos dado un hermanito sin que él lo pidiera. Ni te imaginas lo que me dijo otra jodida “¡Uh! Na, vas a tener que prestarle mucha atención. Inclusive psicológica.” Ahh mbueee! Ahora SI me das la tranquilidad que necesita una embarazada de 8 meses que apenas puede descansar entre su trabajo, hijo y lo que le queda de vida personal! ¡Eso es apoyo moral! ¿Acaso mi hijo es el primero en tener un hermano en el mundo? ¿Estamos todos locos? ¿a dónde quedaron esas frases de una amigo para toda la vida, la persona más parecida a vos, un compañero en los tiempos más difíciles… alguien que aguante a tus viejos además de vos? ¿No nos estamos yendo de mambo con la contención? ¿Y a los padres quién nos contiene? Cuando un pibe pasa de ser demandante a ser tu sombra, una garrapata que se te adosa gritando jugar, que no entiende que una debe ir al baño cada tanto, comer, dormir… Y no hablo de un viaje al Caribe, necesidades básicas nomás. Mbue en medio de ese KAOS está por nacer F. Y yo más que preocuparme del moisés, la ropita, el huevito busco patovicas de cuna que trabajen 7 x 24.

lunes, 7 de enero de 2013

Instrucciones para engordar sin engordar



Sin intención de exagerar creo que desde que tengo uso de razón, hago o me tienen a dieta. Si bien acepto que tengo una humanidad generosa, amante del buen comer y un físico que asimila hasta una manzana, siempre envidié a las flacas como mi hermana que se daban panzadas de lo que sea y no se les hacía rollo ni cuando se sentaban. De muy chica me ponían a dieta por descomposturas estomacales cada dos por tres, de adolescente tuve que recurrir a ella para entrar en los vestidos de las fiestas de 15, de joven para poder lucir bikinis y ahora hoy vuelve como Matrix reloded a re re re re re re re re re y unos 10 re más con el embarazo.

Lo peor es que me jode terriblemente estar a dieta. Prohibirme sabores. Vedarme el paladar o peor, destinarlo a cosas insulsas, dulces metálicos, ensaladas - pasto, o galletitas que asemejan el cartón Paspartou. Decí que cambió tanto el mundo y con él nuestra percepción del mundo, porque yo de chica (tipo 8 o 10 ponele) recuerdo una tarde que andá a saber porque hablaba de las dietas con mi abuela y le tiré: “Yo después de casarme no hago más dieta, quedo embarazada y chau.” Iluuusaa. Al toque la abuela retractó: “Es que es más difícil mantener una pareja que conseguirla. Tampoco vas a poder engordar demasiado.” Y ahora que lo recuerdo no se si habrá sido consejo, percepción o designio de la naturaleza, pero la realidad es que desde hace más de 20 años que la dieta ya no es una excepción sino un modo de vida. Con altibajos, comienzos de lunes y dejadas de martes. Pero ahí está.

Ahora. Desde que el mundo es mundo la mujer cuando está embarazada engorda. Y ni siquiera por propia decisión. Engorda porque el pibe o piba ocupa un lugar en el espacio que da la casualidad que es adentro de una, vio? Te repiten hasta el cansancio que lo que vos comés es lo que come el feto. Y no podés comer pescado crudo, ni chorizo, ni tomar alcohol, ni fumar, ni, ni. Ahora vos leés que este jugo tiene ácido fólico y tomás, leés que las frutas secas tienen mucho omega 3 que le hace bien al desarrollo del feto y comés -porque de paso te sacia la ansiedad- Ahora vas a esa turrita balanza del consultorio de la nutricionista y la muy hdp te tira el peor número de tu vida. Y encima de la mala nueva te comés un reto. ¡Te dije que no subás más 7 en todo el embarazo! Si, todos pedimos imposibles. Yo también le pido a Dios ganarme el Quini y acá sigo pobre. Si todas las revistas y webs de padres te dicen que el número razonable para tener un bebe sano, es de un quilo por mes, o sea entre 10 y 12, ¿Porque a mi me dejan solo 7? Respuestas: “Cosete la boca” dijo mi mamá. “Salí a caminar” dijo el padre de la criatura.“Mejor. Así vas a volver a tu peso antes”, dijeron algunas amigas.
La cosa es que a mitad de embarazo apenas me quedan 3 kilitos por subir y 5 meses por transitar. O sea: estoy al horno (sin papás porque engordan). Si a alguna lectora amiga se le ocurre un consejo sabio para poder engordar sin engordar. O mejor engordar pero sin subir de peso espero su recomendación ASAP (as soon as posible -como dicen los cancheros) porque desde el jueves que me pesaron a hoy, seguro YA SUBÍ!

martes, 16 de agosto de 2011

All you need is post!


Hoy el tema de fondo de este post es All you need is love . Y si podés, escuchalo mientras leés. ¿No es mágica cada estrofa? Escuchándola me pregunto: si los Beatles cantaban esto a fines de los 60s, ¿Cómo hace 50 años que no entendemos NADA? ¿O nos olvidamos? Porque los locos bajitos, como los llama Serrat, lo tienen super claro.

¿Te diste cuenta de que por más ropa linda que le pongas, deliciosos platos que le cocines, lugares y personas que le hagas conocer o cantidad de juguetes que le regalen, ellos sin tu amor de mamá o papá, no son nada? Y sí. Siempre fui más Beatle que Calamaro. Pero verlo representado en ellos, me mató.

Ver cómo tu presencia, tu palmadita, tu voz los ayuda a dormir. Cómo se les ponen los ojitos vidriosos cuando te alejás. Cómo confían solo en tus manos para aprender a caminar y te atrapan super fuerte para no dejarte ir. Cómo calmás todos sus miedos y dolores con “ya pasó” y acercando su cuerpito a tu pecho.

Me pellizco al ver cómo copia mis gestos, cómo aprendió a tirar y dar besos, cómo chusmea todo y analiza el mundo. Todavía no caigo en el poder que tiene mi calor, mi abrazo, mi mano rodeando la de él, mis besos… lo mejor es que el intercambio nos llena de vida a los dos. Porque parece que cuanto más amor reciben, más amor dan. Y así te cambian la vida -como te decían todos- pero mejor. Porque hacen que ningún día sea igual a otro. Y borran todas tus preocupaciones en segundos con una sonrisa, una mirada, una palabra.

Esta canción y todos los Joacos del mundo me dicen que la felicidad está más cerca de lo que la buscamos. Amigas lectoras que reclamaban un post que no ahuyente sus escasas ganas de ser mamá, ¿qué dicen?

viernes, 25 de febrero de 2011

La crisis del 8vo mes ¿es contagiosa?


Hace unos días que Joaco no anda del todo bien. Llora, llora y llora. Espacialmente cuando me voy. Pero no sólo cuando salgo de casa. Sino que llora desconsoladamente si me voy 2 minutos a la cocina, si lo dejo para ir al baño y hasta si paso de su pieza a la mia. Después de navegar por varias páginas y leer notas, deduzco que el pequeño rey de la casa está pasando por la Crisis del 8vo mes. Algo que parece que les pasa a muchos bebes (no a todos, pero como es crisis y somos argentinos seguro que a nosotros nos toca) cuando empiezan a moverse (gatear, pararse, dar pequeños pasitos) y a explorar el mundo que los rodea, porque se dan cuenta de que ellos son una persona y su mamá otra, ya que hasta ese momento él creía que los dos éramos uno.
Pero, ¿qué siente una en esos momentos? La crisis de la crisis. Porque por un lado te sentís la Superpoderosa de las madres. Sólo vos podés calmar su llanto, podés hacerlo reír a carcajadas, calmar su ansiedad, hacerlo dormir, ser objeto de todas sus miradas... Vos hoy lo hacés feliz. Lo completás. (eso es refuerte!) Pero a la vez (sí, siempre después de un piropo hay un pero) esa criturita te hace saber a fuerza de llanto (su forma de comunicación básica) que no está para nada de acuerdo con que vos trabajes fuera de casa. Tampoco quiere que cocines (ni que pidas delivery si él no te ve), ni que vayas al gimnasio, ni ahí que te depiles, salgas de compras sin él y mucho menos bañarte si él no duerme.
Esto obviamente repercute terriblemente en tu vida cotidiana porque si por tu bebé fuera, el volvería a meterse adentro tuyo unos 9 meses más, para no separarse nunca más de vos. A ver si me entendés, no es que sea tu fan, es el presidente de todos tus clubes de fan y está dispuesto a TODO por conseguirlo. Llorar a lágrima partida, patalear como si estuviera en aqua gym, hacer escándalo en la vía pública (hasta que te de vergüenza), morder y en lo posible romper todo lo que caiga en sus manos… o sea… a ver… todo.
La verdad, es que si lo pensás en en frío, es super gratificante que tu bebé sienta esto por vos. Pero cuando te lo pide a su manera todos los días, se vuelve insoportable hasta para la madre más amorosa del mundo. Porque encima, generalmente le agarra esta locura, cuando todo estaba “ordenadito”. Él comía a las 7, 10, 13… dormía 8 horitas de corrido, pedía cambio de pañal cada 3 o 4 horitas. ¿Cómo es que ahora se despierta llorando a cualquier hora? ¿Cómo que sólo se calma si duerme con nosotros? ¿Cómo que ahora no quiere estar en brazos ni de papá? ¿Cómo corno se supone que una mujer normal, promedio, pueda ser empleada y madre sin tener que patearse las ojeras cada mañana?
Me volqué a la lectura para responder aunque se superficialmente estos cuestionamientos existenciales y encima, ¿qué encontré? Que todos los psicólogos, pediatras y demás “expertos en niños” se han complotado para hacer engordar mi culpa hasta límites insospechados, tirando farses como: “Si no le dedicás más tiempo va a ser inseguro”, “si no te ve o escucha se va a sentir abandonado” , “lo que hoy vive tu bebé forma su personalidad y a futuro será más o menos extrovertido”. Yo no se mi bebé, pero yo después de leerlos seguro arranco terapia! Salvo que alguna de ustedes me cuente ¿qué se puede hacer para aliviar la angustia del bebé sin hipotecar mi cansancio? ¡Gracias! ZZzzzZZZZ.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

El oficio de ser mamá


Hace 4 meses, 19 días y 5 horas que la llegada de Joaquín agregó un nuevo título a mi vida: mamá. Lo primero que sentí creo que aún hoy no lo puedo explicar. Una mezcla de felicidad con cagazo. Un millón de ¿Y ahora qué hago? ¿Cómo lo agarro para no desnucarlo? ¿ 7 veces al día hay que darle teta? ¿De veras sólo duerme 3 horas seguidas? ¿Cómo lo limpio antes de ponerle el pañal?
Y ahí la felicidad se te va mezclando con la lista interminable de consejos de la puericultura, que ya va por el 5to tip de lactancia y vos ya no te acordás del 1ero. Ella se va y cae la médica de guardia que te dice cómo tenés que lavarte los puntos y cuidarte los pechos. Otros 10 tips que no se te tienen que mezclar con los anteriores. La puerta se abre una vez más y por fin entra la de la Nursery que viene a rescatar a la criatura. Vos la llamaste porque el bebe no dejaba de llorar y no sabías porqué. Ella muy suelta de cuerpo te dice “Tiene hambre” mientras el bebe abre y cierra su boquita sobre su dedo índice, al mejor estilo pac-man. Ah! Y lo mejor: el puerperio comienza a manifestarse en tu carácter: no sólo te sentís la peor madre del mundo por matar de hambre al recién nacido, sino que además, sentís que ni siquiera lo conocés un poquitito para saber qué le pasa. Horrible.
¿Viste qué poco te dejaron disfrutar tu felicidad? Y aprovechá mientras estés en la clínica. Porque cuando llegues a tu casa no va a haber enfermeras que te lo hagan dormir, ni puericultora que te saque leche para después y menos un médico que le calme el llanto con originales posturas brazos. ¿Algún consejo? Sí. No sigas ningún consejo y entrá en armonía con el cosmos. Porque como diría Víctor Sueyro en los 80s por Telefé, “esto, recién empieza!!!”