Una ronda de mate o mesa de café virtual (depende de qué lado de la general paz naciste) donde las madres –presentes, recurrentes y futuras- podemos encontrarnos, refugiarnos, pelearnos, escaparnos, desentendernos, sentirnos reflejadas y sobretodo decir lo que nos pasa.
Mostrando entradas con la etiqueta madres. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta madres. Mostrar todas las entradas
viernes, 16 de diciembre de 2022
El despegue
Vuelvo a estas líneas 7 años despuésy parece un presagio, una señal... hijomayor pasa a séptimo y hace unos 15 minutos lo dejé en la puerta del cole porque se va con sus amigos a un cumple que arranca ahora a las 11 y termina mañana alrededor de las 16. Si, ese mismo que no me dejaba ni a sol ni a sombra, ahora se va un día y medio con apenas un adiós. Ni se te ocurra darle un beso adelante de los amigos porque te odia... y abrazarlo menos que menos. Son (o se creen graandees) y mostrar que se la re bancan. Que con 12 años "se las saben todas".
Y aunque nos hagamos las fuertes y superadas... es verdad. Ya el año que viene tal vez algunos días vuelva solo del cole, tenga llave y se vaya varios findes un día y medio como hoy. Y es lo que debe ser, y es la vida y lo entendemos... pero también los empezamos a extrañar. Sí, porque somos así de jodidas. Si están te molestan, porque no tiran la cadena, porque no bajan la tabla, porque dejaron la ropa tirada y si se van, queremos que vuelvan. Siempre nos vamos a quejar. Porque sabemos la que se viene. Sabemos que su "Andá nomás, me quiero quedar con los chicos" arranca con los 12 y no hay vuelta atrás...
Hoy es un día visagra. O al menos yo lo siento así. Me llevó 7 años volver a escribir el blog así, espontánea y entre lágrimas... mismos años que alentaron su despegue. En el medio hubo miles de días maravillosos, llantos de emoción y de los otros, charlas... muchas charlas... porque hijomayor tiene la capacidad hermosa de ser una radio... a veces con palabras que sanan, y otras que hieren, pero siempre sorprenden.
Comienza una nueva etapa como madre. No se si estoy lista. Pero la vida jamás esperó a que lo estemos. Volvemos a tener que reajustar nuestra forma de estar con ellos, más al costado, acompañando, sugiriendo y haciendo todos los mindfullness del mundo para no mandarlos a la mierda... pero HAY que estar. Respirá hondo, llorá, puteá, escribí un blog (y pasamelo) o mandá un audio esterno a una amiga pero jamás jamás dejes de acompañarlos en su crecimiento... aún cuando ya tenga la misma altura que vos (o más).
¿Te pasa algo así?...Escribime!! Ahora vamos a tener más tiempo :-/!!
lunes, 9 de marzo de 2015
Conciencia externa
La conciencia es definida por la RAE como el "Acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo" y aclara que a ella "solo puede tener acceso el propio sujeto". Mbue, pero la Externa viene ofrecerte un plus. Sin que lo pidas. Así de onda, porque sos vos y me caés bien. Viene a ser algo así como un disco rígido que le ponés a una compu para que tenga más memoria, funcione más rápido y/o ande mejor. Eso, exactamente eso, es lo que a veces siento que desea ser mi mamá conmigo (y sus nietos por propiedad transitiva). Una especie de biblioteca de experiencias e ideas móvil, que se conecta de mil millones de maneras para recordarte todo lo imperfecta que sos, lo que te falta hacer, en lo que fallaste (no importa si hace 2 minutos o 30 años) y porque no, en lo que te vas a convertir si no hacés tal cosa.
Este disco se parece a esas cajitas pastillero, que tienen muchas divisiones y cada cuadradito viene a ser un interés particular de (en mi metáfora) mi madre. El primero (obvio) los nietos. Allí guarda frases como: "¿Vos lo ves desde ahí?", "¿Subió la escalera?" , "¿No está muy abrigado?", "¿Comió bien?", "Yo lo veo muy flaco". "Comprale otro uniforme ese está percudido", ¿Le sacaste turno con el médico? o incluso muchas más contradictorias como: "Dejalo que no coma, total a la tarde comió galletitas." , o con la ropa "Ponele cualquier cosa para que esté cómodo". Al costadito de este hueco, hay otro que viene a funcionar como un Google Calendar viviente que se ocupa de recordarte desde cumpleaños de la familia original, tíos, suegros, cuñados, amigos, vecinos y varios etcéteras, hasta que no faltes a la kermese de tu sobrino que organizó el jardincito. Incluyendo búsqueda de salón para el cumple de tu hijo (sin solicitarlo), recordatorios de hacer reclamo a la modista por el disfraz del 25 de mayo, que no te olvides de la nueva vacuna, pero que no se la des en cualquier parte, porque hay mucho bicho raro nuevo, viste? . En este apartado además de todas las fechas podés encontrar frases como: ¿Todavía no los llevaste a ver tal peli?, Esos nenes necesitan salir, ¿Les lees cuentos a la noche? etc, etc, etc.
En otro cubículo un poquito más alejado de estos, residen los mensajes que se suman a los quehaceres de los chicos con frases dirigidas a quien escribe diciendo más o menos esto: "No llegues tarde a la oficina, y vestite bien que a los hippies no les dan asensos.", "¿Cómo que no te entra ese trajecito divino que te regalé? Mbue, volvé a hacer dieta, para que te entre la ropa y te sientas mejor. Porque como dice la Chiqui « Si te ven mejor, te tratan mejor», "Ah, y si no llegás con todo, pedile ayuda a tu marido que está todo el día en la casa." - con tono a "que no hace nada", cuando en realidad trata de trabajar desde casa (que es muy distinto). "Todo bien con ese videíto que te hizo tu marido por el aniversario, pero que te cuide, porque vos sos una joyita.", Y no dejes que tu hijo te conteste así" en contraposición con: "No le grites tanto al nene, que si le hablás te entiende".
Otro cajoncito entre el de Eventos y el Mío (porque como toda mujer multitasking va y viene unos a otros, muchos los deja abiertos y vuelve sin avisar, otros los cierra... ella se entiende.. uno generalmente, no! maravilloso!) es como el sensible, aquí guarda un montonazo de frases que arrancan con: "Y cuando te quede un ratito libre, llamá a tus hermanos, tus tíos y sobrinos. (y agrega) Sabías que (y arranca el divague) al mayor le dieron cinturón blanco en Tae Won Do... Y no saben nada de vos... O mejor vení, y los visitás. No te conté la última de fulanito...
No mucho -por suerte-, pero cada tanto abre el compartimiento del TomáTeLoDije. Una catarata de catarsis, donde hace gala de no tener ningún tipo de filtro con nada ni nadie. Aquí encontraremos gran cantidad de material ácido-frontal con frases de tipo "Seguís con estrías? Si no te ponés malla enteriza no salgo con vos" , "Yo pagué las vacaciones", "Si engordás me voy a sentir estafada",
Offffffffffffffff. Definitivamente yo ando con ganas de se corte la luz o se extravíe el pendrive, que se llene de virus ese disco y haya que formatearlo... No. Mejor. Quiero volver a la Olivetti, reescribir cosas con biromes, o tallarlas en piedra... Crtl + Alt + Supr
Este disco se parece a esas cajitas pastillero, que tienen muchas divisiones y cada cuadradito viene a ser un interés particular de (en mi metáfora) mi madre. El primero (obvio) los nietos. Allí guarda frases como: "¿Vos lo ves desde ahí?", "¿Subió la escalera?" , "¿No está muy abrigado?", "¿Comió bien?", "Yo lo veo muy flaco". "Comprale otro uniforme ese está percudido", ¿Le sacaste turno con el médico? o incluso muchas más contradictorias como: "Dejalo que no coma, total a la tarde comió galletitas." , o con la ropa "Ponele cualquier cosa para que esté cómodo". Al costadito de este hueco, hay otro que viene a funcionar como un Google Calendar viviente que se ocupa de recordarte desde cumpleaños de la familia original, tíos, suegros, cuñados, amigos, vecinos y varios etcéteras, hasta que no faltes a la kermese de tu sobrino que organizó el jardincito. Incluyendo búsqueda de salón para el cumple de tu hijo (sin solicitarlo), recordatorios de hacer reclamo a la modista por el disfraz del 25 de mayo, que no te olvides de la nueva vacuna, pero que no se la des en cualquier parte, porque hay mucho bicho raro nuevo, viste? . En este apartado además de todas las fechas podés encontrar frases como: ¿Todavía no los llevaste a ver tal peli?, Esos nenes necesitan salir, ¿Les lees cuentos a la noche? etc, etc, etc.
En otro cubículo un poquito más alejado de estos, residen los mensajes que se suman a los quehaceres de los chicos con frases dirigidas a quien escribe diciendo más o menos esto: "No llegues tarde a la oficina, y vestite bien que a los hippies no les dan asensos.", "¿Cómo que no te entra ese trajecito divino que te regalé? Mbue, volvé a hacer dieta, para que te entre la ropa y te sientas mejor. Porque como dice la Chiqui « Si te ven mejor, te tratan mejor», "Ah, y si no llegás con todo, pedile ayuda a tu marido que está todo el día en la casa." - con tono a "que no hace nada", cuando en realidad trata de trabajar desde casa (que es muy distinto). "Todo bien con ese videíto que te hizo tu marido por el aniversario, pero que te cuide, porque vos sos una joyita.", Y no dejes que tu hijo te conteste así" en contraposición con: "No le grites tanto al nene, que si le hablás te entiende".
Otro cajoncito entre el de Eventos y el Mío (porque como toda mujer multitasking va y viene unos a otros, muchos los deja abiertos y vuelve sin avisar, otros los cierra... ella se entiende.. uno generalmente, no! maravilloso!) es como el sensible, aquí guarda un montonazo de frases que arrancan con: "Y cuando te quede un ratito libre, llamá a tus hermanos, tus tíos y sobrinos. (y agrega) Sabías que (y arranca el divague) al mayor le dieron cinturón blanco en Tae Won Do... Y no saben nada de vos... O mejor vení, y los visitás. No te conté la última de fulanito...
No mucho -por suerte-, pero cada tanto abre el compartimiento del TomáTeLoDije. Una catarata de catarsis, donde hace gala de no tener ningún tipo de filtro con nada ni nadie. Aquí encontraremos gran cantidad de material ácido-frontal con frases de tipo "Seguís con estrías? Si no te ponés malla enteriza no salgo con vos" , "Yo pagué las vacaciones", "Si engordás me voy a sentir estafada",
Offffffffffffffff. Definitivamente yo ando con ganas de se corte la luz o se extravíe el pendrive, que se llene de virus ese disco y haya que formatearlo... No. Mejor. Quiero volver a la Olivetti, reescribir cosas con biromes, o tallarlas en piedra... Crtl + Alt + Supr
sábado, 15 de noviembre de 2014
La dama de hierro de la siesta
Hace tres décadas, yo era quien peleaba a mi abuela para no dormir la siesta. Hicimos miles de pactos inexistentes y en todos terminó ganando ella. Claro, mujer oriunda de la Argentina profunda, pero bien profunda. Más precisamente de un pueblito llamado Estación Herrera, donde la siesta era sagrada. No volaba una mosca, ni las chicharras se animaban a romper el silencio que se daba religiosamente entre las 13 y las 15 hs.Y a pesar de que modificó muchas de sus costumbres entre el campo y la ciudad, la siesta era como su bastión infranqueable. Tal vez un recuerdo que la acercaba a esa añoranza.
Hoy, del otro lado del mostrador, soy yo la que persigue a Joaco cada fin de semana para que duerma un poquito. Y la entiendo más que nunca. Le pedís, le implorás, le suplicás y (si insiste) le obligás a dormir. No sólo porque después se pone insoportable, sino porque una necesita una horita de paz. Sin llantos, sin peleas por juguetes o dibujitos, sin "Maaas" que te corten toda charla insipiente...
Pero claro, como lo que se hereda no se roba... Joaco insiste en no dormir y yo como mi abuela - pero con bastante menos paciencia lucho por lo contrario. Recuerdo cómo ella cada mediodía juntaba la mesa, lavaba los platos y ni hacía falta que lo diga "todos a dormir la siesta". Sea la hora que sea hasta las 15 la casa era una tumba. Y guay del que intentase levantarse antes. Aquella mujer dulce, buenaza entrañable, a la 1 de la tarde (como la cenicienta pero alrevés) se convertía en la Margaret Tacher de la siesta, y no había cristo que no durmiera. Por supuesto que cada tarde en silencio ideábamos planes con mis hermanos para escapar de aquel tedio somnoliento. Pero todo fue sin suerte. La siesta no se negociaba. Inventamos tener hambre, sed, ir al baño, leer cuentos, tener que hacer tarea, y nada.
Creo que recién en el secundario, cando ella ya se quedó sin fuerzas o nosotros realmente teníamos muchas tareas, dejamos aquel hábito maravilloso que hoy extraño. Un poco menos que a mi abuela. Es curioso ver y sentir, como esta revisión de vida que significa ser madre nos lleva y trae constantemente del presente al pasado y viceversa. Añorando personas, descansos, momentos. M..(ZZzz)
Hoy, del otro lado del mostrador, soy yo la que persigue a Joaco cada fin de semana para que duerma un poquito. Y la entiendo más que nunca. Le pedís, le implorás, le suplicás y (si insiste) le obligás a dormir. No sólo porque después se pone insoportable, sino porque una necesita una horita de paz. Sin llantos, sin peleas por juguetes o dibujitos, sin "Maaas" que te corten toda charla insipiente...
Pero claro, como lo que se hereda no se roba... Joaco insiste en no dormir y yo como mi abuela - pero con bastante menos paciencia lucho por lo contrario. Recuerdo cómo ella cada mediodía juntaba la mesa, lavaba los platos y ni hacía falta que lo diga "todos a dormir la siesta". Sea la hora que sea hasta las 15 la casa era una tumba. Y guay del que intentase levantarse antes. Aquella mujer dulce, buenaza entrañable, a la 1 de la tarde (como la cenicienta pero alrevés) se convertía en la Margaret Tacher de la siesta, y no había cristo que no durmiera. Por supuesto que cada tarde en silencio ideábamos planes con mis hermanos para escapar de aquel tedio somnoliento. Pero todo fue sin suerte. La siesta no se negociaba. Inventamos tener hambre, sed, ir al baño, leer cuentos, tener que hacer tarea, y nada.
Creo que recién en el secundario, cando ella ya se quedó sin fuerzas o nosotros realmente teníamos muchas tareas, dejamos aquel hábito maravilloso que hoy extraño. Un poco menos que a mi abuela. Es curioso ver y sentir, como esta revisión de vida que significa ser madre nos lleva y trae constantemente del presente al pasado y viceversa. Añorando personas, descansos, momentos. M..(ZZzz)
Etiquetas:
2014,
abuela,
actualidad,
chicos,
crecimiento,
deseos,
dormir,
familia,
madres,
madres de hoy,
nenas,
nenes,
siesta,
sueño
sábado, 24 de mayo de 2014
Bellas
Después de tres meses de dieta estricta, y casi 10 kilos menos, encontrarse con un video como el que traigo es sumamente alentador. Ver una idea maravillosa de un sinfín de madres únicas que se animan a salir semidesnudas (tipo Playboy con onda Ser Padres hoy) para mostrar sus cuerpos reales después de tener hijos es genial. Una idea de la fotógrafa Jade Beall, que nació como un manifiesto en su web y terminó siendo un libro de muchas mujeres más que como ella, querían mostrarle al mundo sus cuerpos "maternizados". Una madres que conjugó su profesión con la maternidad para que veamos algo que jamás veremos en las revistas de Futura Mamá. Un pasito indispensable para amigarnos con nuestro cuerpo, para volver a sentirnos bellas, más allá de la panza, las estrías, las ojeras y las "intervenciones" de los hijos en nuestras vidas.

Enjoy!
https://www.youtube.com/watch?v=g-PUG8nJZPA

Enjoy!
https://www.youtube.com/watch?v=g-PUG8nJZPA
Etiquetas:
2012,
actualidad,
amor,
balanza,
bebes,
bellas,
crisis,
depresión,
dieta,
embarazo,
estrías,
fotografías,
madres,
maternidad,
panza,
piel
viernes, 11 de octubre de 2013
¿Estudiás o trabajás?
Las dos cosas. Además soy mamá de dos "angelitos", esposa, chica que limpia y en mis ratos libres trato de ser amiga. ¡Ah! y si queda algo de tiempo: mujer por supuesto.
¿Te imaginás si al primer gil que te preguntó esto en el boliche le hubieras respondido con tremenda realidad a futuro? Hay cosas que merecerían poder volver el tiempo atrás. Todas tenemos un muerto en el placard al que tal vez hubiera estado bueno partirle la cabeza con una frase así. Pero volviendo a nuestros días... mi planteo iba a ¿Cómo hacemos?
Para las que no me conocen tanto les cuento que yo casi cambié la secundaria por mi primer laburo. Arranqué exactamente 6 meses después de recibirme del bachillerato. Con recién cumplidos 16 y un par de cuotas adeudadas en la facu porque tal como dijo mi madre "Si elegís ir a una privada te la pagás vos". Decí que el laburo era tranqui y me permitía estudiar. Porque al sueldo apenas lo olía. Pagaba la facu, compraba apuntes y chau. Creo que lo primero para mi que me compré fueron unas sandalias en verano, luego de aprobar todas las materias de primer año.
Cuestión que desde entonces siempre estudié y trabajé. 4, 6 u 8 horas (para la gilada) más de una vez fueron 10, 12 y hasta 28 o 30 horas seguidas. De hecho, si bien dejé de estudiar unos años, jamás de laburar. O apenas unos meses entre cambio de un laburo a otro. Una de las peores épocas que recuerdo era el laburo en agencia de publicidad de 10 a 19 y entrar a la facu 19.15 hasta las 22.30 de lunes a jueves. Y lo más loco... el viernes te quedaban ganas de salir. Hoy me doy cuenta que si bien están organizados de otro modo, toda mujer más o menos joven, profesional en activo y madre, hace lo mismo o más. Porque al laburo cada día más exigente, le sumás criaturas demandantes de tiempo, ayudas escolares, recursos, compras, regalos, llevadas e idas a buscar... ni hablar de la que cocina u ordena y lava. Mbue a todo eso sumale (porque tenés ganas o crees que es TU tiempo) un pos-título, posgrado, maestría o simple taller de lo que sea. Algo que tal vez te llena espiritualmente o te permite salir de la locura de la casa pero que tarde o temprano también te exige un esfuerzo extra. Levantarte antes para leer apuntes, o hacer investigaciones, redactar ensayos, o cualquier tipo de actividad que por más interesante que te resulte te consume el bien más preciado que está en peligro de extinción: TIEMPO.
Por eso me vuelvo a preguntar ¿Cómo hacemos? ¿Somos alienígenas? ¿Será porque somos las primeras en levantarnos y las últimas en dormir? Y encima, las que tenemos que saber dónde está cada cosa en casa, qué ropa hay que ponerle a nuestros hijos y por supuesto dónde están las medias de nuestros maridos. ¿Será porque no nos queremos perder una tampoco? Y como la que tenemos al lado en la oficina no tiene hijos ni marido ni nada y por eso se engancha en mil posgrados y vos no querés perder el tren ni que un día se convierta mágicamente en tu jefa. Entonces le sacás horas al sueño (que es quemar las naves: lo último que queda). Y tus ojeras y vos pasean apuntes entre la oficina, el cole, la consulta del pediatra, el baño...
Chicas, amigas, madres -Son casi las 2 de la mañana. Mirá la hora a la que escribo- claramente estoy en la misma. Si es por pasión y te gusta, la sonrisa de satisfacción tapa las ojeras mejor que el corrector. Ahora si es por obligación o para mostrarle a tal o cual que... Olvidate. No quemes tus naves. Seguí disfrutando el viaje y quedate con una maravillosa frase maravillosa que hoy a mi tío le decía a sus ex compareños de colegio a horas de su reencuentro: "No se olviden las canas, las arrugas, las panzas, los anteojos, las peladas... todas estas maravillas, nos hacen libres, sabios, glotones, intelectuales, trabajadores, inteligentes...NUNCA VIEJOS. Tanto costó conseguirlas que es hora de hacer un reconocimiento a estas virtudes de la vida."
¿Te imaginás si al primer gil que te preguntó esto en el boliche le hubieras respondido con tremenda realidad a futuro? Hay cosas que merecerían poder volver el tiempo atrás. Todas tenemos un muerto en el placard al que tal vez hubiera estado bueno partirle la cabeza con una frase así. Pero volviendo a nuestros días... mi planteo iba a ¿Cómo hacemos?
Para las que no me conocen tanto les cuento que yo casi cambié la secundaria por mi primer laburo. Arranqué exactamente 6 meses después de recibirme del bachillerato. Con recién cumplidos 16 y un par de cuotas adeudadas en la facu porque tal como dijo mi madre "Si elegís ir a una privada te la pagás vos". Decí que el laburo era tranqui y me permitía estudiar. Porque al sueldo apenas lo olía. Pagaba la facu, compraba apuntes y chau. Creo que lo primero para mi que me compré fueron unas sandalias en verano, luego de aprobar todas las materias de primer año.
Cuestión que desde entonces siempre estudié y trabajé. 4, 6 u 8 horas (para la gilada) más de una vez fueron 10, 12 y hasta 28 o 30 horas seguidas. De hecho, si bien dejé de estudiar unos años, jamás de laburar. O apenas unos meses entre cambio de un laburo a otro. Una de las peores épocas que recuerdo era el laburo en agencia de publicidad de 10 a 19 y entrar a la facu 19.15 hasta las 22.30 de lunes a jueves. Y lo más loco... el viernes te quedaban ganas de salir. Hoy me doy cuenta que si bien están organizados de otro modo, toda mujer más o menos joven, profesional en activo y madre, hace lo mismo o más. Porque al laburo cada día más exigente, le sumás criaturas demandantes de tiempo, ayudas escolares, recursos, compras, regalos, llevadas e idas a buscar... ni hablar de la que cocina u ordena y lava. Mbue a todo eso sumale (porque tenés ganas o crees que es TU tiempo) un pos-título, posgrado, maestría o simple taller de lo que sea. Algo que tal vez te llena espiritualmente o te permite salir de la locura de la casa pero que tarde o temprano también te exige un esfuerzo extra. Levantarte antes para leer apuntes, o hacer investigaciones, redactar ensayos, o cualquier tipo de actividad que por más interesante que te resulte te consume el bien más preciado que está en peligro de extinción: TIEMPO.
Por eso me vuelvo a preguntar ¿Cómo hacemos? ¿Somos alienígenas? ¿Será porque somos las primeras en levantarnos y las últimas en dormir? Y encima, las que tenemos que saber dónde está cada cosa en casa, qué ropa hay que ponerle a nuestros hijos y por supuesto dónde están las medias de nuestros maridos. ¿Será porque no nos queremos perder una tampoco? Y como la que tenemos al lado en la oficina no tiene hijos ni marido ni nada y por eso se engancha en mil posgrados y vos no querés perder el tren ni que un día se convierta mágicamente en tu jefa. Entonces le sacás horas al sueño (que es quemar las naves: lo último que queda). Y tus ojeras y vos pasean apuntes entre la oficina, el cole, la consulta del pediatra, el baño...
Chicas, amigas, madres -Son casi las 2 de la mañana. Mirá la hora a la que escribo- claramente estoy en la misma. Si es por pasión y te gusta, la sonrisa de satisfacción tapa las ojeras mejor que el corrector. Ahora si es por obligación o para mostrarle a tal o cual que... Olvidate. No quemes tus naves. Seguí disfrutando el viaje y quedate con una maravillosa frase maravillosa que hoy a mi tío le decía a sus ex compareños de colegio a horas de su reencuentro: "No se olviden las canas, las arrugas, las panzas, los anteojos, las peladas... todas estas maravillas, nos hacen libres, sabios, glotones, intelectuales, trabajadores, inteligentes...NUNCA VIEJOS. Tanto costó conseguirlas que es hora de hacer un reconocimiento a estas virtudes de la vida."
Etiquetas:
actualidad,
educación,
esposa,
estudio,
familia,
felicidad,
hijos,
madres,
marido,
mujeres de hoy,
padres,
plenitud,
profesionales,
tiempos,
tiempos cortos,
trabajo
jueves, 12 de septiembre de 2013
¡Feliiiz día!!
Aunque ya haya pasado su día, no quería dejar pasar la ocasión de saludar a esos seres maravillosos que dedican su vida a enseñar. En especial –y porque el blog nos convoca- a las maestras jardineras de J y F. A Lili, Coty, Flor, Meli, Rita, Belu, Ale, Miss Mariana y tantas auxiliares que no recuerdo sus nombres, así como a Claudia y Tute que además de directoras son maestras. Graaacias por hacer de mis pequeños hombres bonsái, hombres de bien en desarrollo. Ayer, justamente por tener que oficiar yo de “maestra” sustituta fui testigo de algo maravilloso que llenó tanto de orgullo, que rompí mis ropas cual “Increíble Hulk”.
Estábamos a la tarde en la plaza, jugando con la palita, rastrillo, autitos y demás chiches de arena. Paréntesis. Odio la arena. Si algún día soy Jefa de Ciudad de Buenos Aires prometo azulejar todas las plazas. Y si me vienen con que los chicos necesitan la arena para amortiguar los golpes y caídas. Les pongo a todas el piso ese de goma de las plazas blandas. Pero yo por algo no vivo en la costa. Detesto que el nene se me convierta en un arenero móvil y “contagie” su mugre a toda mi casa. Por eso, mejor volvamos a lo lindo que les iba a contar.
Estaba jugando lo más bien en la plaza cuando se le acercan dos nenes de a simple vista su misma edad. Yo les digo cordialmente que si pueden usar los chiches de Joaco. Toda madre sabe que prestar los juguetes en los areneros es casi regla de urbanidad. Así que ahí se me casi instalan los tres y en no poco más de 10 segundos estalla la guerra entre los dos nuevos por la palita de Joaco. Tironeos, llanto, empujones… etc. Como de ambas madres ni noticias. Les dije que jugaran los tres juntos, un ratito cada uno etc, etc. Como no los persuadí, llegaron madre 1 y madre 2. Madre uno dice cordialmente a hijo que la deje para jugar entre los 3. Madre 2 (tarada a pedal) arranca con grito: ¿De quién es la pala? Yo pienso para mis adentros. ¿Qué importa si sabés que de tu hijo no es? Y respondo casi sobradora. Es de mi hijo (mientras lo señalo) y se la presta. Ambos hijos siguen la pelea. Ahí interrumpe Joaco: “Chicos no se peleen. Es para compartir” (dixit). Madres 1 y 2 me miran con una mezcla de sorpresa, admiración y odio. Yo les digo que hace poco comparte. Que debe ser porque le insisten mucho en el cole. Luego, le insisto a sus retoños: Claro, es para compartir, hagamos algo entre los 3. Madre dos: Dale X, vamos a buscar tus chiches y juegan los 3 acá. Yo estoy allá con tu hermano. Otra vez pienso para mí: Dale, vos relajá (irónica). Yo no soy tu niñera! Sino pagame! Mientras madre 2 y X van por sus chiches, Madre 1 trata de convencer a su hijo de que no llore y juegue con otra cosa. Ahí salta otra vez Joaco a Niño 1: ¿Y? ¿Ya te calmaste? (yo ahí morí de risa para adentro) Madre uno me mira azorada y pregunta qué edad tiene Joaco. Respondo tres y ella dice, el mío también bajando la cabeza. Vuelve niño 2 trae un camión, Joaco se lo pide prestado y el muy maleducado no se lo presta (Vale aclarar que Madre 2 no hizo nada). Igual de maleducada). Joaco, haciendo puchero me dice: Estoy triste porque no me lo prestó. Y como buena madre rencorosa le digo “Ok, cuando venga por la pala no se la des.” Eso de la otra mejilla no va conmigo.
Definitivamente las seños de mi Joaco hicieron un excelente trabajo. Enseñar normas de cortesía nos hace más sociales. Esa es la famosa buena educación que propicia el roce social. Eso convierte a alguien en persona, en señor o señora más allá de títulos rimbombantes, universitarios o especialidades académicas. Será por eso que en cada frase que dice y cada palabra actitud que toma, veo el éxito de estas seños. Seños, que además de enseñarle a él a ser mejor persona, también me enseñan a mí, a tratar de ser cada día mejor mamá. Gracias por estar ahí siempre!!!
Etiquetas:
actualidad,
arena,
compañeritos,
compartir,
educación,
enseñar,
juegos,
jueguetes,
madres,
maestra,
mama,
maternal,
nenas,
nenes,
plaza,
seño. jardin
martes, 27 de agosto de 2013
¿Sobreprotectoras?
A la hora
de dejar a nuestro hijo, las madres somos capaces de hacer cual-quier-cosa.
Googleamos jardines maternales cerca de casa o el trabajo. Preguntamos a amigos
y compañeros. Leemos foros de madres para ver si lo que dice la web del jardín
es verdad. Desconfiamos. Consultamos al pediatra. Llamamos a mamá (y porqué no
a tu suegra) para contarle y ver qué opinan. En una de esas les da lástima y te
ofrece cuidarlo ella. Recordás un par de desaciertos (como limpiarle la boca
con el trapo de la cocina u… ). Pensás que está grande y merece disfrutar su
tiempo como se le antoje. Además seguro le pone tele todo el día y al chico le
van a quedar los ojos cuadraditos.
Entonces evaluás la posibilidad de una
niñera, queriendo creer ilusamente que ella sí le va a hacer estimulación
temprana, en tu casa, calentito, sin tener que salir a la calle que un freezer
ni pescarse las mil y una pestes de los jardines. Pedís referencias.
Bah, antes que nada evaluás costos. ¿La dejarías sola con los chicos? Ahí te
agarró el miedito. Recordás historias truculentas de pelis, noticias varias y
malas experiencias ajenas y como cuando perdés en un juego, volvés al
principio.
Te decidís a hacer una investigación super exhaustiva, a lo Agatha Christie,
de los jardines maternales, pensando que lo mejor es que interactúe con otros
chicos. Navegando, preguntando o simplemente caminando por el barrio, te hacés
de 3 o 4 lugares para visitar. Coordinás con las directoras y vas. El primero
pinta bien. Pero cuando te muestran la sala donde va a estar parece más chica
que tu baño. Encima la directora te aclara que “para no molestar a los chicos”
el horario obligatorio es de 8 hs (sin excepción). Lo que significa que nunca
podés ir a sacarlo antes, ni darle de comer si estás cerca y podés salir a mediodía.
Sí, o sea no te dejan ver a Tu Hijo. Eso es comodidad para las maestras! No me
jodan Hijas de Hitler! Segundo jardín: la sala es grande, el horario es
flexible pero la seguridad menos 10! Un bebé no salió a la calle porque vos
(absoluta desconocida de la casa) le cerraste la puerta. Descartado. 3er jardín
(apuuren que se me acaba la lincenciaa!) todo mooy lindo, salvo que la luz les
llega por carta. Si lo dejo ahí se me deprime.
Después de encontrar la sala
perfecta, con el horario libre, maestras divinas y niños felices… Un día tenés
médico y lo terminás dejando una horita solo con la señora recepcionista (que
por la edad, podría ser tu madre), de la cual la única referencia que tenés,
son los 5 pisos por ascensor que compartieron, donde ni siquiera te habló del
tiempo. ¿Seguridad de que salga corriendo con el carrito? Ninguna. Ok, me cuida
gratis, pensás. Y no le pone tele porque no tiene. Lo más curioso es que se lo
dejás relajadísima. Te hacés el estudio y antes de irte (comprobando que el
bebe está enterito y sin un rasguño) se lo super agradecés. Entonces… ¿En cuál
situación nos equivocamos?
martes, 20 de agosto de 2013
Madres obras de arte
Después de haber escrito muchas cosas sueltas en el dorso de las boletas a pagar, en los márgenes del cuaderno y/o detrás del ticket del super, hoy me dije basta de postergar post esperando que tus hijos te dejen escribirlos redondos, perfectitos y prolijos. Mejor, dejate llevar por las teclas, y que la cosa fluya. Improvisemos. Y acá estoy. Hoy me levanté pensando es que quería contarles a estas mamás blogueras (presentes y futuras) una idea de una amiga española que me encantó y por eso me sumé.
¿Porque se los cuento? Además de para que ustedes también se sumen, porque ella desde el no ser mamá se quiere poner en los zapatos y las cabezas de estas super mamás modernas que trabajan y crían hijos, que quieren ser excelentes profesionales y mamás presentes (entre otras muchas cosas).
Su proyecto se llama Super Wonam Shiva y es un homenaje a cada una de esas mamás que (tal como lo escribe Karol en su web) es mujer, madre, esposa, profesional, ama de casa y no por eso deja de ser diosa. Y lo mejor. Super Woman Shiva existe gracias, obviamente a las ideas de Karol como artista, pero sobretodo a los rostros y palabras de las madres reales que se han puesto en contacto con ella para ser parte de estas obras de arte.
En sus obras podrán ver tablas de planchar, guantes de goma, muñecas, perchas, changuitos de compra y tantos objetos ligados al estereotipo de las mujeres de los años 50 y 60. Que contrastan con llaves, mouse, revistas femeninas, espejito retrovisor, luces, es decir cada una de las santas madres, mujeres, amantes y amigas que se desviven para cumplir con todos los roles sin no morir en el intento.
Si te gustó la idea de ser parte de una obra de arte, date una vuelta por la web de SWS y mirá hasta donde podés llegar de la mano de Karol
¿Porque se los cuento? Además de para que ustedes también se sumen, porque ella desde el no ser mamá se quiere poner en los zapatos y las cabezas de estas super mamás modernas que trabajan y crían hijos, que quieren ser excelentes profesionales y mamás presentes (entre otras muchas cosas).
Su proyecto se llama Super Wonam Shiva y es un homenaje a cada una de esas mamás que (tal como lo escribe Karol en su web) es mujer, madre, esposa, profesional, ama de casa y no por eso deja de ser diosa. Y lo mejor. Super Woman Shiva existe gracias, obviamente a las ideas de Karol como artista, pero sobretodo a los rostros y palabras de las madres reales que se han puesto en contacto con ella para ser parte de estas obras de arte.
En sus obras podrán ver tablas de planchar, guantes de goma, muñecas, perchas, changuitos de compra y tantos objetos ligados al estereotipo de las mujeres de los años 50 y 60. Que contrastan con llaves, mouse, revistas femeninas, espejito retrovisor, luces, es decir cada una de las santas madres, mujeres, amantes y amigas que se desviven para cumplir con todos los roles sin no morir en el intento.
Si te gustó la idea de ser parte de una obra de arte, date una vuelta por la web de SWS y mirá hasta donde podés llegar de la mano de Karol
Etiquetas:
actualidad,
amantes,
arte,
cuidarse,
diosas,
esposas,
familia,
karol bergeret,
madres,
mujeres de hoy,
profesionales,
super woman sheva,
trabajo
viernes, 5 de octubre de 2012
Me hacés bien
A
principios de agosto se cumplieron 9 años de la partida de alguien
muy importante para mi: mi abuela. Y aunque el tiempo ayuda a aceptar
lo inevitable, se la sigue extrañando mucho. y lo comparto acá
porque creo que desde que nació Joaco la tengo o la siento más
presente que nunca. Tal vez porque ella llegó a ser una especie
única -hoy en extinción- de madre-niñera-abuela cumpliendo los
tres roles a la perfección.
Más
de una vez cuando Joaco me saca con sus caprichos me pregunto y de
algún modo le pregunto ¿Cómo hacía Doña Paula para lidiar con
tres bestias como nosotros? Y no solo no huir detrás del primer
vendedor ambulante que tocaba timbre en casa, sino además volver
cada mañana con una sonrisa e incansable vocación, a cuidarnos y a
su manera criarnos.
¿Habrán
sido sus 10 hermanos menores los que la dotaron de su inagotable
paciencia? Lo dudo. Por algo ella solo tuvo dos hijos. Pero lo
siempre me llamó poderosamente la atención era su paz interior y su
forma no violenta de dar a conocer sus deseos. Tanto, que bien podría
haber sido hija de Gandhi y la Madre Teresa de Calcuta. Por la fuerza
de sus convicciones, su perseverancia y tranquilidad para llevar a
cabo las empresas más imposibles: acompañar a su marido en la
tienda, ayudar a la comunidad de un pueblo chico y hasta vender todo
para seguir los destinos de sus hijos.
¡Cómo
me hubiera gustado que Joaco la conozca! Que
ella fuera una imagen vívida para él, más que todas las hisotrias
que le cuento. Recuerdo frases y gestos maravillosos como “Vos
no sos malenseñado sino malaprendido” (impecable claridad de
concepto para quien apenas completó 2do grado). O sus suaves
caricias en la cabeza que aún hoy transmiten su serenidad. Hace
poquito viendo una de sus últimas fotos, vino a mi mente una de las
últimas charlas coherentes que tuvimos -cada tanto su mente la
llevaba de viaje a otros años y mejores recuerdos de su pueblo-. Era
una tarde en su casa, cargaba una manta de hilo que yo adoraba. Me la
entregó en brazos y me dijo “Llevatela,
te la regalo” (a veces creo que suponiendo lo que iba a
pasar). Sorprendida la miré sin contestar y ella agregó: “Me
hacés bien.”
Suscribirse a:
Entradas (Atom)