jueves, 16 de febrero de 2012

¿Dónde está Manolo?


El otro día buscando artículos de bebé por Google para ver si algo que se me ocurrió estaba o no inventado, llegué www.tablondeanuncios.com . Una página recomendable para todas mis amigas y seguidoras que viven en la Península Ibérica, del estilo de mercadolibre en Argentina.

Más allá de la inmensa variedad de cosas para bebés que allí se pueden encontrar, me llamaron la atención algunos nombres. Porque gracias las pelis de Almodóvar, De la Iglesia y algunas series (como Los Hombres de Paco y Cuéntame otra vez) que se repiten por nuestra tele, ya es archi-conocido que en vez de nene/a dicen niño/a, que a la mamadera le dicen biberón y que a las canciones de cuna le llaman “nanas”. Pero ¿Alguien sabía que a ciertos carritos le llaman Bugaboo? Sí. Si no fuera por Google que me muestra una foto creeríamos que es un salto en caída libre.

Otra genial es la “trona”. Lo que del otro lado del Atlántico se denomina a la sillita del bebé. Supongo que se ve debe llamar así porque todos los niños cuando son pequeños son los reyes (léase con i por favor) de la casa y por supuesto viven en el país donde todavía hay una monarquía.

Ahora, el más gracioso de todos fue el cuco. Lo que en Argentina se usa para asustar a los nenes y de alguna manera obligarlos a comer o tomar la sopa, en Europa es el monísimo portabebe de la foto. Decime si ese nombre no es lo más. Ya me imagino a la madre y/o el padre abriendo y cerrando la cortina, preguntándole al bebe (con tonada española) “Dónde está Manolo?. ¡Acá está!”

Pero como me gusta más borrar fronteras que crearlas. Te invito a dejarme tu vocablo curioso de un diccionario imaginario que podemos crear para -de alguna manera- acercar ambas orillas del “charco”. 

jueves, 22 de diciembre de 2011

La cinta Gonzalito!


El sábado por la noche me sentí por un instante en el estudio de Feliz Domingo para la Juventud, jugándome a todo o nada en el Repechaje. Imaginé que una amiga se convertía mágicamente en Silvio Soldán (cuando tenía pelo o todavía no sabíamos de su quincho) y mientras me sostenía los pesados auriculares para no poder escuchar las respuestas que soplaban de la tribuna, pensaba, me mordía el labio y cerraba los ojos con fuerza –como buscando la respuesta en mi interior- y no largaba la bandera del colegio ni el osito de peluche (perdón me cebé)… Mi amiga alias Silvio, arremetió: “Lo peor que perdés cuando sos mamá es… y como si nos ganáramos automáticamente el viaje a Bariloche con solo responder, con la celeridad que se da a otras respuestas, por otros premios en otras noches (de y por alcohol) empezamos a tirar contestaciones reales y lo más loco dis-tin-tas con las que todas nos sentíamos más o menos identificadas:

-       La cintura
-       Los brazos
-       Las ganas de arreglarte
-       La ropa impecable
-       El dormir 8 horas
-       La dignidad/ vergüenza por darle la teta en cualquier lugar…

Después de una mirada cómplice, ya lejos del programa y viendo cómo nuestros hijos compartían una noche inolvidable, maravillosamente nos dimos cuenta de que también perdemos el miedo de quedarnos solas.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Mamá, ¡Hacé topples!


Es increíble lo rápidos y avivados que vienen los pibes ahora. No  solo aprenden a caminar antes, disfrutan y piden más tecnología que uno a los 20 sino que además, son super Open Mind. Posta creeme. Aunque haga casi un año que ya no toman teta, se te cuelgan de las remeras, te meten mano en el corpiño, se agarran de las tiritas como si fuera el pasamanos del tobogán y se escalan a una como si fueras el Aconcagua, obligándote a hacer topples en cualquier parte. Les da lo mismo la entrega de diplomas del primo que el bondi a Constitución.

Yo pensé que era el Edipo de mi Joaco pero el otro día en un cumple, comprobé que no es una cuestión de género. Las bebas también lo hacen. Claro, para ellos tus bubis (diría Homero) están buenísimas, porque todavía no vieron a las chicas operadas de Tinelli, ni revistas o videos XXX, ni siquiera vieron a otras madres de sus compañeritos! No entienden que mamá da la vida por abirir el mail y encontrar un Groupon de cirugía de lolas con 70% de descuento.

Quién sabe. Tal vez en otra vida fueron empleados de Moria en Playa franca y se dedicaban a cortar corpiños. Sea como sea, lo único que se me ocurre es llevarlo a una playa nudista así una no queda tan mal y tal vez, al ver tanta gente en bolas, se le cuelga a otro.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Do you speak Spanish?


Según lo que dijo la seño de Quiqui en la reunión de padres de la guardería, Joaco se está largando a hablar. Y es muy loco. Por lo menos para mi que estudié y trabajo en relación a la comunicación. Es muy curioso ver cómo arranca todo. Como una persona "aprehende" a comunicarse. Cómo descubre el poder de la palabra y su incidencia en el comportamiento del los demás. Al ver cómo se desarrolla esta parte de su vida, no pude evitar recordar la teoría de la aguja hipodérmica, el funcionalismo de Jakobson o la espiral del silencio. Y concluí en que Quiqui evolucionó de receptor pasivo a homo comunicans (a que no te esperabas tanta cultura en un solo párrafo). 

Llevado a la práctica sería: si le preguntas cómo estás, responde un bien largo mientras sonríe. Si le decís nos vamos a bañar, pone todos sus chiches en la bañadera. Ahora, cada tanto, si le tirás vamos a jugar, arranca con una alocución en ruso-vasco-libanés del norte matizado por sirio-mandarín. O sea, imposible de escribir (juro que lo intenté).

Lo primero que pensé fue "Gordo, suspendele un par de días el video de Pocoyo del circo extraterrestre porque suenan a rusos". Lo segundo fue hacer memoria para creyendo que tal vez me lo habían cambiado -sin querer- en el Hospital Alemán y era esa la razón de que hablara tipo Sigfrid del Agente 86. Finalmente me resigné a tratar de entenderle respondiendo a su ¿¡Pregunta!? con un "Ahh! buenísimo" como el que le decía al extranjero que te hace señas con un plano en la mano, o tu abuela arterioesclerótica que te confundía con una tía lejana que jamás conociste.

La cosa es que el pibe es chico, no tonto. Entonces se da cuenta al toque de que lo estás sarasaseando. Por eso ahí pensáis "¿qué le digo para que no se crea que lo estoy boludeando y a la vez le ayude a comunicarse correctamente? (todavía pienso la respuesta) No sé. Así que me dediqué a investigar si la industria del juguete y/o materno infantil, ya había creado algún artículo tipo diccionario o traductor Joaco-castellano. Y acá estoy, tratando de entenderle algo para poder hacer unos mangos con el nuevo BabyOnWords que seguro vas a poder comprar en Sprayette! 

lunes, 7 de noviembre de 2011

Aprendé más de lo que enseñas

Desde que se levanta a eso de las 7.30 AM y hasta que se duerme a la noche es todo risa. La gente no para de decirme lo simpático que es. Quiqui es una de esas personitas especiales que no discrimina entre amigos, conocidos, familiares o gente cualquiera que pasa por la calle. Él le sonríe, saluda y hasta a veces habla a todo aquel que lo mire más o menos por unos segundos. Y es que, no es porque sea mi hijo, pero es la personificación de esa afirmación antropológica “El hombre es un ser social.” Joaco necesita a los otros como el aire. No concibe la vida sin exteriores. Piquetea puertas, se sube solito al carro de paseo, señala la salida y hasta golpea el marco de la puerta con la cadena pasante para “decirte” ¿Vamos? Este bonsai de hombre que crece a pasos agigantados al lado mío, el otro día me enseñó algo maravilloso: Si te comunicás de manera feliz con todo el mundo, no recibirás más que buena onda de la gente. O sea: lo bueno vuelve. Su comportamiento tan simple y tan espontáneo dice tanto. Es tan simple como lo leés. “Hacer el bien sin mirar a quién.” Ayer me enteré que Agus (hija de una amiga) también es muy feliz y lo comparte. Esto me llevó a imaginar que en el mundo están naciendo muchos Quiquis. Espero que muchas madres nos emocionemos y contagiemos de su positivismo. Me encantaría pensar que ellos van a ser la generación que protagonice de una verdadera revolución de la felicidad.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Del antojo, a la dieta

Definitivamente el ciclo de la vida es sabio. Primero te atora de comida para que puedas sobrevivir a tremenda tarea farónica en la que te embarcaste porque: ni la de la luna, ni la del pollo y la papa, ni la disociada, ni la Scardale, ni Ravena, ni Cormillot, ni la shock hipercalórica, ni la que tenés que tomar pis por la mañana, ni la pastilla de la tiroides, ni hacer gimnasia de mañana o tomar solamente sopa de noche, ni Deli Light… tal vez coserse la boca o hacer ayuno podría compararse a tener que seguirle el tren de un bebe hiperquinéticocontodounhormigueroenelculo de un año. ¿De donde sacó esa maldita costumbre de tener que caminar, explorar, correr, investigar, tirarse al piso y volverse mañoso a la hora de la cena? ¿Será un niño indigo y a esa hora como se alinean de forma particular los planetas y justo Virgo está en la casa de Acuario tiene la imperiosa necesidad de salir de “gira” por todas las mesas de los restoranes y/o revisar minuciosamente cada habitación de casas ajenas? Y sobretodo: ¿Por qué cuando todos comen? Ni 20 minutos antes, ni 30 después. Justo en el momento exacto en que llegan los platos rebosantes de comida a la mesa, el nene se empeña en recorrer los infinitos vericuetos peligrosos de las casas y, obvio, la mamá lo sigue cual fan a su banda, muerta de hambre, casi famélica, mientras le suplica: “Vamos a jugar allá” Que en castellano moderno quiere decir: ¿Porque no te quedás un poquito sentadito tranquilo mientras mamá cena? La respuesta es más que previsible. Mamá no come, o come todo frío si logra volver a la mesa antes de que se devoren o lleven todo. A raíz de esta situación, el finde pasado reflexionamos sobre el tema con otra mamá que sabiamente asistió al evento sin criaturas. Quien aportaba su visión: “Tenés que darte tiempo para vos y tu pareja, charlar tranquilos, disfrutar de estos momentos, y los chicos se quedan con algún pariente.” Nota mental: ¿Por qué no lo hice yo también? Porque al final de la velada: yo no cené, mantuve charlas a medias y el nene estuvo incordioso gran parte de la noche, se terminó durmiendo super incómodo en un carrito y cuando nos fuimos, se medio despertó… Síntesis: un garrón. La otra visión: como los bebes son los “nuevos” de la casa, son ellos los que deben adaptarse a nuestras vidas, y ser parte de nuestra vida social, participando activamente de estos festejos con amigos, divirtiéndose por su cuenta o aprendiendo a entender que mamá y papá tienen amigos, charlas y cenas, que ellos deben respetar. Mientras aprovecho y como algo, espero que me cuentes vos cuál preferís y por qué...

miércoles, 24 de agosto de 2011

Quiero ser...


dueña de mi tiempo.
Quiero dormir con los dos ojos una noche entera.
Quiero ir al super sin carrito.
Quiero comer sin atorarme.
Quiero hacer una sola cosa a la vez.
Quiero ver vidrieras y poder entrar a probarme ropa.
Quiero volver a emocionarme con mi trabajo en vez de dormirme sentada.
Quiero que mi tiempo sea más que un viaje en colectivo.
Quiero verme y sentirme bien conmigo.
Quiero...
Quiero que si te sentís identificada me dejes tu quiero.