miércoles, 7 de diciembre de 2011

Mamá, ¡Hacé topples!


Es increíble lo rápidos y avivados que vienen los pibes ahora. No  solo aprenden a caminar antes, disfrutan y piden más tecnología que uno a los 20 sino que además, son super Open Mind. Posta creeme. Aunque haga casi un año que ya no toman teta, se te cuelgan de las remeras, te meten mano en el corpiño, se agarran de las tiritas como si fuera el pasamanos del tobogán y se escalan a una como si fueras el Aconcagua, obligándote a hacer topples en cualquier parte. Les da lo mismo la entrega de diplomas del primo que el bondi a Constitución.

Yo pensé que era el Edipo de mi Joaco pero el otro día en un cumple, comprobé que no es una cuestión de género. Las bebas también lo hacen. Claro, para ellos tus bubis (diría Homero) están buenísimas, porque todavía no vieron a las chicas operadas de Tinelli, ni revistas o videos XXX, ni siquiera vieron a otras madres de sus compañeritos! No entienden que mamá da la vida por abirir el mail y encontrar un Groupon de cirugía de lolas con 70% de descuento.

Quién sabe. Tal vez en otra vida fueron empleados de Moria en Playa franca y se dedicaban a cortar corpiños. Sea como sea, lo único que se me ocurre es llevarlo a una playa nudista así una no queda tan mal y tal vez, al ver tanta gente en bolas, se le cuelga a otro.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Do you speak Spanish?


Según lo que dijo la seño de Quiqui en la reunión de padres de la guardería, Joaco se está largando a hablar. Y es muy loco. Por lo menos para mi que estudié y trabajo en relación a la comunicación. Es muy curioso ver cómo arranca todo. Como una persona "aprehende" a comunicarse. Cómo descubre el poder de la palabra y su incidencia en el comportamiento del los demás. Al ver cómo se desarrolla esta parte de su vida, no pude evitar recordar la teoría de la aguja hipodérmica, el funcionalismo de Jakobson o la espiral del silencio. Y concluí en que Quiqui evolucionó de receptor pasivo a homo comunicans (a que no te esperabas tanta cultura en un solo párrafo). 

Llevado a la práctica sería: si le preguntas cómo estás, responde un bien largo mientras sonríe. Si le decís nos vamos a bañar, pone todos sus chiches en la bañadera. Ahora, cada tanto, si le tirás vamos a jugar, arranca con una alocución en ruso-vasco-libanés del norte matizado por sirio-mandarín. O sea, imposible de escribir (juro que lo intenté).

Lo primero que pensé fue "Gordo, suspendele un par de días el video de Pocoyo del circo extraterrestre porque suenan a rusos". Lo segundo fue hacer memoria para creyendo que tal vez me lo habían cambiado -sin querer- en el Hospital Alemán y era esa la razón de que hablara tipo Sigfrid del Agente 86. Finalmente me resigné a tratar de entenderle respondiendo a su ¿¡Pregunta!? con un "Ahh! buenísimo" como el que le decía al extranjero que te hace señas con un plano en la mano, o tu abuela arterioesclerótica que te confundía con una tía lejana que jamás conociste.

La cosa es que el pibe es chico, no tonto. Entonces se da cuenta al toque de que lo estás sarasaseando. Por eso ahí pensáis "¿qué le digo para que no se crea que lo estoy boludeando y a la vez le ayude a comunicarse correctamente? (todavía pienso la respuesta) No sé. Así que me dediqué a investigar si la industria del juguete y/o materno infantil, ya había creado algún artículo tipo diccionario o traductor Joaco-castellano. Y acá estoy, tratando de entenderle algo para poder hacer unos mangos con el nuevo BabyOnWords que seguro vas a poder comprar en Sprayette! 

lunes, 7 de noviembre de 2011

Aprendé más de lo que enseñas

Desde que se levanta a eso de las 7.30 AM y hasta que se duerme a la noche es todo risa. La gente no para de decirme lo simpático que es. Quiqui es una de esas personitas especiales que no discrimina entre amigos, conocidos, familiares o gente cualquiera que pasa por la calle. Él le sonríe, saluda y hasta a veces habla a todo aquel que lo mire más o menos por unos segundos. Y es que, no es porque sea mi hijo, pero es la personificación de esa afirmación antropológica “El hombre es un ser social.” Joaco necesita a los otros como el aire. No concibe la vida sin exteriores. Piquetea puertas, se sube solito al carro de paseo, señala la salida y hasta golpea el marco de la puerta con la cadena pasante para “decirte” ¿Vamos? Este bonsai de hombre que crece a pasos agigantados al lado mío, el otro día me enseñó algo maravilloso: Si te comunicás de manera feliz con todo el mundo, no recibirás más que buena onda de la gente. O sea: lo bueno vuelve. Su comportamiento tan simple y tan espontáneo dice tanto. Es tan simple como lo leés. “Hacer el bien sin mirar a quién.” Ayer me enteré que Agus (hija de una amiga) también es muy feliz y lo comparte. Esto me llevó a imaginar que en el mundo están naciendo muchos Quiquis. Espero que muchas madres nos emocionemos y contagiemos de su positivismo. Me encantaría pensar que ellos van a ser la generación que protagonice de una verdadera revolución de la felicidad.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Del antojo, a la dieta

Definitivamente el ciclo de la vida es sabio. Primero te atora de comida para que puedas sobrevivir a tremenda tarea farónica en la que te embarcaste porque: ni la de la luna, ni la del pollo y la papa, ni la disociada, ni la Scardale, ni Ravena, ni Cormillot, ni la shock hipercalórica, ni la que tenés que tomar pis por la mañana, ni la pastilla de la tiroides, ni hacer gimnasia de mañana o tomar solamente sopa de noche, ni Deli Light… tal vez coserse la boca o hacer ayuno podría compararse a tener que seguirle el tren de un bebe hiperquinéticocontodounhormigueroenelculo de un año. ¿De donde sacó esa maldita costumbre de tener que caminar, explorar, correr, investigar, tirarse al piso y volverse mañoso a la hora de la cena? ¿Será un niño indigo y a esa hora como se alinean de forma particular los planetas y justo Virgo está en la casa de Acuario tiene la imperiosa necesidad de salir de “gira” por todas las mesas de los restoranes y/o revisar minuciosamente cada habitación de casas ajenas? Y sobretodo: ¿Por qué cuando todos comen? Ni 20 minutos antes, ni 30 después. Justo en el momento exacto en que llegan los platos rebosantes de comida a la mesa, el nene se empeña en recorrer los infinitos vericuetos peligrosos de las casas y, obvio, la mamá lo sigue cual fan a su banda, muerta de hambre, casi famélica, mientras le suplica: “Vamos a jugar allá” Que en castellano moderno quiere decir: ¿Porque no te quedás un poquito sentadito tranquilo mientras mamá cena? La respuesta es más que previsible. Mamá no come, o come todo frío si logra volver a la mesa antes de que se devoren o lleven todo. A raíz de esta situación, el finde pasado reflexionamos sobre el tema con otra mamá que sabiamente asistió al evento sin criaturas. Quien aportaba su visión: “Tenés que darte tiempo para vos y tu pareja, charlar tranquilos, disfrutar de estos momentos, y los chicos se quedan con algún pariente.” Nota mental: ¿Por qué no lo hice yo también? Porque al final de la velada: yo no cené, mantuve charlas a medias y el nene estuvo incordioso gran parte de la noche, se terminó durmiendo super incómodo en un carrito y cuando nos fuimos, se medio despertó… Síntesis: un garrón. La otra visión: como los bebes son los “nuevos” de la casa, son ellos los que deben adaptarse a nuestras vidas, y ser parte de nuestra vida social, participando activamente de estos festejos con amigos, divirtiéndose por su cuenta o aprendiendo a entender que mamá y papá tienen amigos, charlas y cenas, que ellos deben respetar. Mientras aprovecho y como algo, espero que me cuentes vos cuál preferís y por qué...

miércoles, 24 de agosto de 2011

Quiero ser...


dueña de mi tiempo.
Quiero dormir con los dos ojos una noche entera.
Quiero ir al super sin carrito.
Quiero comer sin atorarme.
Quiero hacer una sola cosa a la vez.
Quiero ver vidrieras y poder entrar a probarme ropa.
Quiero volver a emocionarme con mi trabajo en vez de dormirme sentada.
Quiero que mi tiempo sea más que un viaje en colectivo.
Quiero verme y sentirme bien conmigo.
Quiero...
Quiero que si te sentís identificada me dejes tu quiero.

martes, 16 de agosto de 2011

All you need is post!


Hoy el tema de fondo de este post es All you need is love . Y si podés, escuchalo mientras leés. ¿No es mágica cada estrofa? Escuchándola me pregunto: si los Beatles cantaban esto a fines de los 60s, ¿Cómo hace 50 años que no entendemos NADA? ¿O nos olvidamos? Porque los locos bajitos, como los llama Serrat, lo tienen super claro.

¿Te diste cuenta de que por más ropa linda que le pongas, deliciosos platos que le cocines, lugares y personas que le hagas conocer o cantidad de juguetes que le regalen, ellos sin tu amor de mamá o papá, no son nada? Y sí. Siempre fui más Beatle que Calamaro. Pero verlo representado en ellos, me mató.

Ver cómo tu presencia, tu palmadita, tu voz los ayuda a dormir. Cómo se les ponen los ojitos vidriosos cuando te alejás. Cómo confían solo en tus manos para aprender a caminar y te atrapan super fuerte para no dejarte ir. Cómo calmás todos sus miedos y dolores con “ya pasó” y acercando su cuerpito a tu pecho.

Me pellizco al ver cómo copia mis gestos, cómo aprendió a tirar y dar besos, cómo chusmea todo y analiza el mundo. Todavía no caigo en el poder que tiene mi calor, mi abrazo, mi mano rodeando la de él, mis besos… lo mejor es que el intercambio nos llena de vida a los dos. Porque parece que cuanto más amor reciben, más amor dan. Y así te cambian la vida -como te decían todos- pero mejor. Porque hacen que ningún día sea igual a otro. Y borran todas tus preocupaciones en segundos con una sonrisa, una mirada, una palabra.

Esta canción y todos los Joacos del mundo me dicen que la felicidad está más cerca de lo que la buscamos. Amigas lectoras que reclamaban un post que no ahuyente sus escasas ganas de ser mamá, ¿qué dicen?

lunes, 4 de julio de 2011

Pediatra psicólogo


La anteúltima vez que llevé a Joaco al control médico mensual, el pediatra me tiró una frase tan maravillosa, que no solo me dejó pensando días, sino que además me dije: "tenés que escribir algo en el blog" para compartir este inconmensurable pensamiento que -por lo menos en mi- marcó un antes y un después. Algo así como el "shock" de Susana o el "soy virgen" de Wanda, aunque -sinceramente- no creo que catapulte a Diego (el pediatra) a la fama.

La frase que me abrió los ojos fue: "Él –enfatizado y señalando a mi bebé- es el nuevo en la casa. Él es quien se tiene que adaptar a ustedes." Tomá. ¿No es brillante? Sí, ya se alguna estará pensando "¡Es obvio lo que dijo! No descubrió la pólvora. Pero las invito a desmenuzarla, leyendo entre líneas:

Para empezar, dice que vos como mamá no tenés que dormir zipeada en una cuna para que el nene deje de llorar, no tenés que ponerle el pañal parado porque el pibe es culo inquieto, no tenés que cenar a las 12 de la noche porque recién a esa hora se durmió, no tenés que andar con él en brazos y llevar como puedas el carrito con la otra mano para evitar el berrinche, y todos los "no tenés que" que se están ocurriendo mientras lees esto.

Pasa que sí, ya se. Cómo le cambiás los hábitos a un bebé de 1 añito que se acostumbró a dormir en tus brazos, a llorar para conseguir lo que quiere, a jugar con la comida como si fuera plastilina… ePorque seguro que a todas la primera vez que lo hizo nos resultó divertido o conveniente pero ¿Y ahora? Qué hacemos con todas costumbres que sabemos que hace mal pero... (completá con la excusa que más te guste).
Porque también es verdad que a todas nos recontrasaca repetir NO, No, nooo! hasta el hartazgo como si fueras la peor versión china del perrito de Pepsi. Pero hay que hacerlo. “Es tiempo para vos supo decirme una amiga!” (otra frase liberadora) Porque cada NO también nos libera, nos alivia, nos da la razón cuando apoyamos la cabeza en la almohada, y super agotadas pensamos "No doy más. Yo así no puedo seguir". Y siempre te ilusionás con que al día le agreguen 2 o 3 horitas y aunque sea 1 sea solo para vos.

Convenzámonos de que ellos "son los nuevos", y al igual que tu suegra, una nueva amiga o el primo del campo, se tiene que adaptar a tus horarios de sueño, cena y convivencia. No se. Por lo menos así lo veo yo, decía Nimo con las perlas blancas y negras. Si a ustedes alguna frase les cambió la forma de ver o si ésta les dispara otras cosas: Avísenme!!!