miércoles, 30 de junio de 2010

Respirá hondo: La depilación


Esa tortura china que debió ser abolida con la esclavitud, ese martirio que se asemeja más a un método para hacer confesar -digno de espías rusos en la segunda guerra mundial- que a una técnica estética, esa cuasi mutilación empeora -CREEME- con el embarazo.

No se si será el hormonazo como definen la autora de “Guía inútil para madres primerizas”, la piel estiradísima cerca del cavado, o todos los cambios de la pelvis durante este lapso lo que provocan que una de las zonas más sensibles de nuestro cuerpo, se vuelva aún más sensible.

Y no lo digo por decir. Lo viví en carne propia -y esto no es metáfora-. Resulta que ahora dicen que para parir no hace falta que te depiles toodo (como diría la Prandi). >Con sacarte algo de arriba por la cesárea y bastante abajo por parto natural, ya la zafás. Así que allá me fui convencida que como yo ya me había hecho ésto el mes pasado, con una “repasadita” bastaba. Mbue, no sólo vi las estrellas literalmente sino que además me tuve que bancar el reto de la depiladora con un “Porqué no viniste antes” y “Ahora vení la semana que viene”. ¡PARA querida! ¡Ni las sadomasoquistas deben ir tan seguido!

Porque además, cuando volvía pensaba. Con esta panza, depilarte es un acto de fe. Vos CREES que ella te depiló bien pero no te pudiste ver. Entonces pensás en preguntarle a tu pareja “¿cómo me quedó?” Y al toque te respondés si vale la pena caer tan bajo y si el otro te puede decir algo más que cuando volvés de la pelu y tampoco se da cuenta. Asi que evitás el mal momento. Finalmente crees que lo mejor es hacer lod e siempre. Manejarte vos solita con este tema. El problema es ¿CÓMO? -“Con espejitos” te respondés- Así que ni bien llegás a casa enfilás para el baño. Después de hacer la parabólica humana y casi un periscopio con todos los espejos de la casa, renunciás y pensás que lo mejor es recurrir al tacto. Después de un buen rato de intentarlo te das por vencida y consagrás a la partera del Curso de preparto como filósofa contemporánea por su frase: ¡Con todo lo que hay que hacer en el parto, nadie te va a mirar lo pelos!

2 comentarios:

Chavi dijo...

Estoy totalmente de acuerdo! Es una tortura china o japonesa, da igual! La única cuestión es que sufris como una condenada los ultimos meses del embarazo, y eso en general no se cuenta. Quienes dicen es el mejor estado de una vida estar embarazadas, son unas verdaderas mentirosas o la pasaron muy mal en sus vidas!
Yo no lo pude soportar y como mis lagrimas se saltaban como chorros de mis ojos, la misma depiladora me aconsejo la crema depilatoria y chau dolor.

Jennifer Amapola Banfrula dijo...

Demasiado tarde para una depilación definitiva...no?